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Reseñas

Visitas afectivas y literarias

Un libro revela detalles sobre las visitas de Jorge Luis Borges a Brasil 

Maestro en el arte de concluir historias con ambigüedad y en el uso de metáforas con espejos, tigres y laberintos, imágenes éstas que lo perseguían antes y después de su ceguera y se transformarían en sus marcas registradas, el escritor argentino Jorge Luis Borges nunca escribiría un romance ni ganaría el Premio Nobel de Literatura. Pero se consagraría como el más original y creativo escritor de América Latina, en la opinión de buena parte de la crítica literaria, de investigadores y de incontables lectores.

Para ese extenso público, el libro Borges no Brasil, organizado por el profesor de la Universidad de São Paulo (USP) Jorge Schwartz, brinda una rara oportunidad de conocer las vinculaciones afectivas y literarias que llevaron al escritor a Brasil en tres diferentes ocasiones y a citar a Euclides da Cunha como uno de los grandes nombres de la literatura universal. Pregunta Borges en un tramo del libro: “¿Quién soy yo para codearme con Euclides da Cunha, Camões o Montaigne?”

El profesor Schwartz, que también organizó los cinco volúmenes con las obras completas de Borges en portugués, coordinó un equipo de diversos investigadores becarios a lo largo de cuatro años de trabajo. El resultado es un volumen de excepcional calidad y alcance, que traza un amplio perfil de Borges y reúne textos inéditos y otros hasta entonces dispersos o de circulación restringida – como el caso del Boletim Bibliográfico Mário de Andrade, fruto de dos jornadas literarias del escritor en São Paulo realizadas en la década del 80.

Borges, nacido en 1899, estuvo por primera vez en Brasil en una fecha imprecisa durante la década del 30, cuando vio por única vez en su vida cómo mataban a un hombre en Santana do Livramento, Río Grande do Sul. Poco tiempo antes, en 1928, el visionario Mário de Andrade publicaba un laudatorio comentario al respecto de Borges en el Diário Nacional, de São Paulo.

“Jorge Luis Borges es el poeta y ensayista que parece tener la personalidad más saliente de la generación moderna de Argentina”, escribía Mário en dicho periódico. Casi dos décadas pasarían hasta que Borges publicara Ficciones, en 1944, y El Aleph, en 1949, verdaderas obras maestras que lo catapultarían al reconocimiento y al renombre internacional. La segunda ocasión que visitó Brasil fue mucho menos traumática y más redituable.

Borges estuvo en São Paulo en 1970 para recibir un premio literario de 25 mil dólares, a la época solamente menor en valor que el Nobel. El escritor recibió el cheque de manos del empresario Ciccilo Matarazzo. La foto de esa ocasión se encuentra al final del volumen, junto con otras que muestran sorpresas – como Borges en una conferencia en el anfiteatro del curso de madurez Santa Inês.

Pero fue en 1984, en su último paso por São Paulo, dos años antes de morir, que el escritor brilló a la altura de la calidad de sus escritos. Poco antes de su cumpleaños número 85, acompañado por la inseparable Maria Kodama, Borges participó en dos jornadas de literatura y recibió un ejemplar de la primera edición de Os Sertões, obsequio del bibliófilo José Mindlin, de manos del director de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la USP, Rui Coelho, en el auditorio del Museo de Arte de São Paulo.

El registro de estos poco conocidos pasos de Borges por Brasil, junto a las 51 páginas de la Bibliografia Borges no Brasil (1970-1999), que compilan todo lo que fue escrito por y sobre el autor en Brasil, ya valdrían la edición del volumen. Pero los lectores podrán encontrar también los artículos de las conferencias dictadas durante el ciclo Borges 100, realizado en la USP en 1999 – año del centenario del nacimiento de Borges – y algunas de las entrevistas que el escritor concedió a periodistas de televisión y revistas.

Cláudia Barcellos es periodista.

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