La arena contaminada se ha convertido en un problema peor aún que la lluvia ácida en Japón. Normalmente, la arena soplada hacia Japón de desde los desiertos de Gobi y de Taklamakán, en el este de Asia, todas las primaveras, no les causa problemas a los japoneses. Sucede que investigadores del Instituto Nacional de Estudios Ambientales de Tsukuba han demostrado que la arena se ha vuelto ácida porque capta contaminantes químicos durante el trayecto de un lugar a otro, como los ácidos sulfúrico y nítrico. “La arena, traída por el viento a través del Pacífico, puede llegar hasta Hawai”, le dijo Masataka Nishikawa, que encabeza el equipo de estudios, a la revista New Scientist (del 20 de octubre).
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