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Tecnociencia

Cascaras y semillas contra la desnutrición

El coyol (Acrocomia aculeata, también llamado Mbocayá o tamaco), una palma abundante en el nordeste de Brasil, se ha mostrado de gran valía en el combate contra la desnutrición infantil. Investigadores de la Universidad Federal de Ceará (UFC) descubrieron que la cáscara del fruto del coyol puede substituir a algunos componentes de un suplemento alimentario denominado multimezcla, como las semilla de girasol y maní, escasas en el estiaje, cuando la desnutrición aumenta. Simone Borges y Maria das Graças Gomes, de la UFC, analizaron semillas de 12 frutos – sandía, mandarina y otros -, además de cáscaras de maní, coyol y tamarindo. Vieron que justamente la cáscara de coyol tiene un tenor de hierro cuatro veces más alto que la multimezcla, y posee también concentraciones razonables de calcio y fosfato.

Las cáscaras de coyol, una vez secas y trituradas, como las semillas, se convierten de este modo en fuertes candidatas a integrar la multimezcla, distribuida en el estado de Ceará por la Pastoral del Menor y por el Instituto de Prevención contra la Desnutrición y la Excepcionalidad (Iprede). No se descartan otras semillas y cáscaras estudiadas, ya que ninguna de éstas mostró niveles detectables de tres sustancias tóxicas –como cianuro, plomo y EDTA (ácido etilenodiaminotetracético). “Si todo marcha bien, vamos a proponerle a la Pastoral efectuar pruebas y hacer un seguimiento de la mejora de peso en los niños”, dice Maria das Graças.

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