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Astronomía

El acceso a los telescopios del ESO se ha vuelto más difícil

Observatorio Paranal, del ESO, en el desierto de Atacama, en Chile

Babak Tafreshi/ ESO

Desde el 1º de abril se ha vuelto un poco más difícil para los astrónomos brasileños competir por tiempo de observación en algunos de los más avanzados telescopios del mundo. El consejo del Observatorio Europeo del Sul (ESO), un consorcio de 15 países europeos que administra modernos y potentes equipamientos astronómicos situados en Chile, decidió el 7 de marzo suspender temporalmente el acuerdo de adhesión de Brasil al grupo en la posición de miembro pleno (el único no europeo además de Chile). La entrada del país al consorcio había sido aprobada por el consejo del ESO en diciembre de 2010 y ratificada por el gobierno brasileño. Refrendado por el Congreso Nacional en mayo de 2015, el acuerdo de adhesión dependía, desde entonces, de la promulgación presidencial y del inicio de los pagos. El país se comprometió a contribuir con 270 millones de euros, desembolsados a lo largo de 10 años. La posición de miembro pleno garantizaría a los astrónomos brasileños disputar tiempo de observación en pie de igualdad con los europeos en equipamientos como el Atacama Large Milimeter/Submilimeter Array (Alma), el mayor conjunto de radiotelescopios del mundo, o el Very Large Telescope (VLT), formado por cuatro telescopios con espejo de 8,2 metros de diámetro. También le permitiría a la industria nacional competir en licitaciones para la construcción de nuevos equipamientos, como el Extremely Large Telescope (ELT), que será el mayor telescopio óptico del mundo. En una nota difundida el 12 de marzo, el ESO informó que el proceso de adhesión estaría suspendido hasta que Brasil “se encuentre en condiciones de ejecutar el acuerdo” y afirmó que continúa abierto a acoger al país. La suspensión no afectaría las colaboraciones en marcha. En otra nota, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones informó que “defiende la participación de Brasil en el ESO y que lleva adelante gestiones dentro del gobierno federal por la confirmación de la adhesión a esa entidad multilateral”. La restricción de acceso a los equipamientos del ESO, empero, no debe impedir los avances de la astronomía nacional. Acuerdos realizados por la FAPESP garantizan el tiempo de uso en el Giant Magellan Telescope (GMT), con espejo de 24,5 metros; en el Gran Arreglo Milimétrico Latinoamericano (Llama), que podrá funcionar asociado al Alma; en el Cherenkov Telescope Array (CTA), que estudiará rayos gamma de alta energía, y en el Javalambre Physics of the Accelerating Universe Astrophysical Survey (J-PAS), que elaborará un mapa tridimensional de la materia en el Universo.

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