El tráfico aéreo mundial podría llegar a duplicarse en la próxima década, aumentando aún más los congestionamientos en los aeropuertos. Para evitar el caos, investigadores de todo el mundo buscan soluciones que mejoren la eficiencia y la seguridad de los espacios aeroportuarios. El Órgano Nacional de Estudos e Investigaciones Aeronáuticas (Onera) de Francia, creó incluso un programa, denominado Aeropuertos del Futuro, para proponer salidas al problema. De acuerdo con un reportaje divulgado en informativo França-Flash, del Centro Franco-Brasileño de Documentación Técnica y Científica (Cendotec), entre las diversas alternativas estudiadas se encuentran los aeropuertos flotantes y nuevas tecnologías, basada en el uso de sensores, para mejorar el control de tráfico aéreo cerca de los aeródromos. El aeropuerto flotante tiene una pista de cuatro kilómetros (km.) de extensión y 800 metros de ancho. Está ubicado en una plataforma en el medio del mar y entrará en operación en 2025. Un proyecto similar, bautizado Mega-Float, se encuentra en fase de pruebas hace dos años, en la Bahía de Tokio, en Japão. Al margen de este estudio, la Onera ha creado un sistema de sensores instalados en el aeropuerto y en los aviones capaz de mejorar la capacidad operativa de los aeródromos, principalmente cuando se encuentran bajo condiciones meteorológicas adversas. Simulaciones mostraron que el nuevo sistema generará mejoras significativas en el tráfico aéreo, especialmente en aterrizajes con visibilidad precaria, cuando incluso los avanzados instrumentos ILS (sigla en inglés de sistema de aterrizaje por instrumentos), utilizados actualmente, presentan limitaciones. Estos proyectos tiene como objetivo disponer de medios que posibiliten el desarrollo de nuevos sistemas o que les ayuden a las industrias a encontrar nuevas soluciones para los aeropuertos del futuro.
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