Un proyecto del Hospital de Anomalías Cráneofaciales de la Universidad de São Paulo (USP) de Bauru determinó criterios objetivos para la prescripción de artefactos para deficientes auditivos. Dicho estudio permite optimizar los recursos disponibles en el servicio público para la adquisición de esos equipos en gran escala. “Caracterizamos, por ejemplo, el porcentaje de pacientes con deficiencia auditiva profunda que precisarán un aparato específico”, explica Maria Cecília Bevilacqua, fonoaudióloga que coordinó el proyecto. La metodología fue aprobada durante el Fórum de Amplificación del 15º Encuentro Internacional de Audiología, realizado en Río de Janeiro en abril pasado. La intención es que otras universidades, más allá de la USP, a nivel nacional, sirvan de soporte para instituciones gubernamentales en la compra de aparatos en gran cantidad. Para la investigadora, es necesario analizar la deficiencia bajo la perspectiva del usuario: “Si usted compra por el menor costo y el usuario se beneficiado con eso, entonces el gobierno gasta dinero en balde, porque el aparato acaba en los cajones”. La investigación abarcó a 486 personas con deficiencias auditivas, de diferentes franjas de edades, con un total de 955 orejas. Las orejas fueron analizadas separadamente, debido a que en determinadas patologías, los oídos son muy diferentes. “Nuestra opción se inclinó por la amplificación del oído menos deficiente como forma de mejorar la situación de comunicación”, explica Maria Cecília.
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