Un aparato inédito desarrollado en el Instituto Agronómico (IAC) de Campinas, ayudará a mejorar la productividad de la agricultura brasileña. Se trata del Micropulso IAC, un artefacto portátil y móvil que realiza la medición directa del flujo de savia, mediante sensores implantados en los tallos de las plantas, en su ambiente natural. Esta comprobación resulta importante para determinar el consumo hídrico el cultivo y provee la base para el conocimiento de la dinámica del agua en la planta y el análisis del estrés hídrico. Con base en esas informaciones, el agricultor puede comprender cómo se comportan los cultivos agrícolas en ciertos ambientes y obtener un mejor rendimiento económico. La metodología utilizada por el dispositivo se basa en el “pulso calórico”, algo ya conocido. Agujas de implantación de 0,5 mm de diámetro funcionan como sensores. La savia se marca con calor en intervalos regulares de 15 minutos y el monitoreo se realiza con base en el desplazamiento del calor, mediante un programa computado, que permite elaborar un gráfico de pérdida de agua. Según el investigador Antônio Odair Santos, cada dispositivo costará 20 mil reales.
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