Estados Unidos está cada vez más interesado en la producción de etanol para abastecer vehículos en lugar de la gasolina. Dos estudios divulgados al final del 2006 muestran la búsqueda de mejores formas de producir alcohol combustible sin la caña de azúcar, que allá no es cultivada por factores climáticos. La primera solución viene de una cepa de levadura capaz de producir etanol más rápido y con más eficiencia a partir de la fermentación de maíz y de otras plantas como un tipo de capín común en la América del Norte. El grupo coordinado por Hal Alper, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), modifico uma de las proteínas responsables por la transcripción de los genes de la levadura Saccharomyces cerevisiae provocando alteraciones genéticas en el microorganismo. El estudio presentado en la revista Science (8 de diciembre) también es firmado por investigadores de la Universidad de Tecnología de Berlín, en Alemania. En la misma publicación, otro estudio señala las ventajas en la producción de etanol a partir de gramíneas existentes en los campos del mismo continente. La biomasa resultante de varias especies de plantas nativas puede, según los investigadores David Tilman, Jason Hill y Clarence Lehman, de la Universidad de Minnesota, producir más etanol que la misma área de maíz, el vegetal usado para producir este combustible en los Estados Unidos. El estudio duró diez años y mostró también que puede haber una significativa reducción de los niveles de dióxido de carbono liberados en la atmósfera por los vehículos, disminuyendo la contaminación y el efecto invernadero sobre el planeta.
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