El libro As doenças do Brasil [Las enfermedades de Brasil], publicado en noviembre de 2021 por la editorial Biblioteca Azul, no trata sobre virus o bacterias, sino de la masacre de los indígenas en el transcurso de la colonización portuguesa en el país. Su autor, Valter Hugo Mãe, junto con otros 20 escritores portugueses, estuvieron presentes a principios de julio en la Bienal Internacional del Libro que se realizó en la capital paulista para conversar con el público brasileño sobre sus libros de ficción.
La Bienal del Libro, con sus 600.000 visitantes estimados, fue una excepción en las relaciones culturales entre Brasil y Portugal. Normalmente, esta interacción tiene lugar en encuentros con un público bastante menor, en debates en universidades, o incluso sin público, a partir de acuerdos de cooperación entre las agencias federales y estaduales de apoyo a la investigación científica. La Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) mantiene a 352 profesores universitarios y estudiantes de doctorado en Portugal y en noviembre enviará a 100 docentes de la educación básica a realizar una pasantía de seis semanas en el Instituto Politécnico de Porto y en la Universidad de Porto. Desde 1997, como resultado de un convenio de cooperación con la Fundación para la Ciencia y la Tecnología (FCT), de Portugal, la FAPESP financió 81 proyectos de investigación científica y 55 becas, por un monto aproximado de 11,6 millones de reales. La Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de Río de Janeiro (Faperj) también colabora con la FCT, con la que ha lanzado en forma conjunta varias convocatorias a la presentación de proyectos de investigación, el último de ellos en 2019, donde se aprobaron cinco propuestas, por un valor total de 320.000 reales.
La Embajada de Brasil en Portugal estima que, en total, actualmente hay 10.000 estudiantes brasileños de grado y posgrado en ese país europeo. En 2021, un total de 383 personas, entre investigadores, docentes, estudiantes de posgrado y emprendedores de las áreas de ciencias exactas y biomédicas respondieron una encuesta realizada por la embajada. La mayoría vivía en la ciudad de Lisboa (197 personas), a la que le seguían Braga (33) y Coímbra (27), eran mujeres (216) y se dedicaban a la investigación aplicada (177), principalmente en nuevas energías.
Las ciencias exactas –especialmente la física de partículas, la astrofísica, la ingeniería eléctrica, la química y la ciencia de materiales– predominaron entre las áreas de mayor cooperación, según un estudio publicado en octubre de 2020 en la revista académica Lex Humana. Sus autores –Elenara Almeida, analista de ciencia y tecnología de la Capes y Pedro Correia, sociólogo de la Universidad de Lisboa (UL)– constataron un gran crecimiento de la producción conjunta entre científicos brasileños y portugueses: pasó de 34 artículos científicos publicados entre 1980 y 1990 a 7.764 entre 2005 y 2015 que figuran en el repositorio Web of Science. Las universidades de São Paulo (USP), Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil, y las universidades de Lisboa, Porto y del Miño, en Portugal, sobresalen entre las instituciones con mayor colaboración entre ambos países.
Una interacción creciente
“Desde la transición democrática en Portugal, en la década de 1970, los contactos entre las comunidades de científicos sociales portugueses y brasileños han aumentado mucho”, dice el historiador António Costa Pinto, del Instituto de Ciencias Sociales (ICS) de la UL. Según él, en las áreas de la sociología, antropología e historia, la cooperación entre ambos países comenzó a cobrar cuerpo en la década de 1980, mediante convenios entre la FCT e instituciones brasileñas, intercambio de investigadores y estudiantes, congresos que reunieron a los científicos de los países de habla portuguesa y la creación de la Asociación Luso-afro-brasileña de Ciencias Sociales, en 1996. Uno de los resultados de esta interacción creciente fue un proyecto de historia audiovisual de las ciencias sociales en los países lusófonos, desarrollado entre 2008 y 2015 con la coordinación de la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro, que reunió más de 100 biografías, tales como las de los portugueses Anália Torres y Boaventura de Sousa Santos, los mozambiqueños Carlos Machili e Isabel Casimiro y los brasileños Boris Fausto y Gilberto Velho (1945-2012).
“La cooperación entre ambos países se ha consolidado y hoy en día vive una etapa de madurez. Ya no hace falta estimularla, existe naturalmente”, dice Costa Pinto, quien se dedica al estudio de los regímenes autoritarios en Portugal y América Latina y en el mes de junio participó en un seminario online organizado por el Instituto de Estudios Avanzados (IEA) de la USP. En su opinión, la biblioteca electrónica SciELO, creada por la FAPESP en 1997, ha contribuido en gran medida para ampliar la cooperación entre los dos países, “porque le ha dado visibilidad a la producción académica iberoamericana y ha propiciado un acercamiento de las metodologías de los trabajos científicos”.
Estudios contemporáneos
Las prioridades de investigación también han cambiado. Al igual que Costa Pinto, el historiador carioca Francisco Martinho, de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas (FFLCH) de la USP, dice que hasta la década de 1990, la mayoría de los historiadores brasileños que iban a Portugal trabajaban con en el período colonial, dado que su documentación se encontraba allí, pero poco a poco fue aumentando el interés por los estudios contemporáneos, como las relaciones económicas y culturales entre los países de habla portuguesa. La vida de los exiliados políticos brasileños en Portugal y de los portugueses en Brasil, por ejemplo, ha sido bastante estudiada en las universidades de São Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre y Lisboa.
La trayectoria académica de Martinho ilustra la diversidad de temas por explorarse. En 1994, al finalizar una maestría en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) sobre el sindicalismo en Brasil, inició sus estudios de doctorado sobre el sindicalismo portugués, también en la UFRJ. Hijo de un portugués y de una española, pasó varias temporadas investigando en Portugal.
Una vez concluido el doctorado, escribió una biografía del profesor de derecho Marcelo Caetano (1906-1980), el último primer ministro del régimen salazarista (1933-1974). Luego se dedicó a estudiar la trayectoria de dos militantes socialistas portugueses: el escritor Antero de Quental (1842-1891) y su heredero intelectual, el pedagogo António Sérgio (1883-1969).
Con el apoyo del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), Martinho trabaja desde 2014 en la biografía de la cantante y actriz Amália Rodrigues (1920-1999). La decisión de investigar su trayectoria surgió al comprobar que pocos colegas de Río de janeiro y de São Paulo conocían a la cantora de fado, pese a su éxito durante el decenio de 1980 en Brasil, al contrario de la familiaridad de los portugueses con las obras de cantores y compositores tales como Chico Buarque, Maria Bethânia, Gilberto Gil y Roberto Carlos. “El portugués medio conoce más de nuestra cultura que el brasileño medio de la de ellos”, dice Martinho.
En las grandes ciudades de Portugal, las radios suelen pasar música brasileña, sobre todo bossa nova, y se puede hallar fácilmente a la venta productos tales como las sandalias Havaianas o cosméticos con esencias de la Amazonia. Como hay unos 200.000 brasileños viviendo en Portugal, “es imposible abordar un autobús o un tren y no oír a alguien hablando portugués de Brasil”, dice Martinho. Desde 1977 con Gabriela, las telenovelas brasileñas también han sido un éxito en la televisión portuguesa.
“Los medios de comunicación portugueses le dan más importancia a Brasil que lo que sucede a la inversa”, reitera Costa Pinto. Él y Martinho coordinan un informe para la revista Varia História, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), sobre la transición política a la democracia en ambos países, que incluye la participación de otros historiadores brasileños y portugueses, y saldrá publicado en 2023.
Patrimonio científico
Las alianzas también surgen del diálogo entre los investigadores. En 2006, los equipos del Museo de Astronomía y Ciencias Afines (Mast), de Río de Janeiro, vinculado al CNPq, y del Museo Nacional de Historia Natural y de la Ciencia (Muhnac), de la UL, iniciaron una colaboración. Uno de los resultados se recoge en un artículo publicado siete años después en la revista Ciência da Informação. El proyecto Thesaurus de colecciones científicas en lengua portuguesa, concluido en 2013, reunió a 14 instituciones brasileñas y portuguesas y el resultado fue una lista con la definición y fotos de 1.153 instrumentos científicos antiguos, desde el ábaco hasta el vatímetro (medidor de potencia eléctrica) para lámparas.
“La colaboración continúa”, dice Marcus Granato, coordinador del equipo de museología del Mast (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 228). Entre 2014 y 2017, científicos brasileños, con el asesoramiento de expertos portugueses, trabajaron en una investigación sobre el patrimonio cultural lusobrasileño de ciencia y tecnología que condujo a la identificación de 65.000 instrumentos antiguos utilizados en el ámbito de la ingeniería, la física y las geociencias, en alrededor de 950 instituciones portuguesas y alrededor de 30.000 objetos similares en 337 entidades brasileñas.
Para el politólogo Mathias Alencastro, del Centro Brasileiro de Análise e Planejamento − Cebrap, los estereotipos subyacentes en las relaciones académicas entre Brasil y Portugal son infundados. “Lisboa es una ciudad cosmopolita y un polo de conocimiento, donde se hace ciencia de alto nivel”, dice. “La percepción de Brasil por los portugueses ha evolucionado bastante”.
Incluso él mismo, hijo de padre brasileño y madre portuguesa, se considera “fruto de la cooperación científica entre Brasil y Portugal”. Gracias a una beca otorgada por la FCT, realizó su doctorado en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, entre 2009 y 2014. A continuación, con el apoyo de la FAPESP, cumplió una pasantía de investigación posdoctoral sobre Angola y constató que grandes empresas brasileñas estaban ayudando a definir las políticas de gobierno, como detalla en un artículo publicado en enero de 2020 en la revista Novos Estudos. En otra investigación, cuyos resultados salieron publicados en noviembre de 2019 en la Revista de História, muestra cómo las multinacionales brasileñas sustituyeron a las empresas locales en la explotación de las minas de diamantes, una de las bases de la economía angolana. Tras ello se instaló en el ICS-UL y luego regresó a São Paulo, en marzo de 2020.
“Nos enfrentamos al reto de pensar una cooperación científica entre Brasil, Portugal y Angola sin ser rehenes del pasado colonial para vislumbrar los próximos 200 años, y no los 200 últimos”, dice Alencastro. “El estatus de antigua colonia ya no refleja el sentimiento de los habitantes de Angola y Mozambique, porque el colonialismo es un recuerdo lejano”.
Proyectos
1. Política africana de las empresas multinacionales brasileñas. Odebrecht en Angola, 2002-2017 (nº 17/13092-1); Modalidad Beca de posdoctorado; Investigadora responsable Maria Hermínia Brandão Tavares de Almeida (Cebrap); Beneficiario Mathias Jourdain de Alencastro; Inversión R$ 447.013,92
2. La política de las multinacionales brasileñas en África. Vale en Mozambique (nº 19/00844-0); Modalidad Beca de posdoctorado; Investigadora responsable Maria Hermínia Brandão Tavares de Almeida (Cebrap); Beneficiario Mathias Jourdain de Alencastro; Inversión R$ 199.238,71
Artículos científicos
ALENCASTRO, M. A Odebrecht e a formação do Estado angolano (1984-2015). Novos Estudos. v. 39, n. 1, p. 125-41. ene. 2020.
ALENCASTRO, M. Diamantes, desenvolvimento e conflito: O papel do setor mineiro na política de Estado e de guerra no Estado colonial tardio de Angola, 1961-1974. Revista de História. n. 178, a02418, p. 1-27. 7 nov. 2019.
ALMEIDA, E. C. E. de y CORREIA, P. M. A. R. Produção científica entre Brasil e Portugal: Um estudo comparativo dos períodos 1890-1990 e 2005-2015. Lex Humana. v. 12, n. 1, p. 17-37. jun. 2020.
GRANATO, M. y LOURENÇO, M. C. Preservação do patrimônio cultural de ciência e tecnologia: Uma parceria luso-brasileira entre o Museu Nacional de História Natural e da Ciência (Portugal) e o Museu de Astronomia e Ciências Afins (Brasil). Ciência da Informação. v. 42, n. 3, 435-53. sept. 2013.