Tras varios años de reivindicación por porte la comunidad científica bahiana, el gobierno del estado y la Asamblea Legislativa aprobaron la creación de la Fundación de Apoyo a la Investigación de Bahía (Fapesb) al final de agosto. La movilización en pro de un organismo descentralizado y con autonomía política y administrativa existe desde los debates para la preparación de la Constitución de 1988 y de las Constituciones estaduais, de 1989. La Fapesb incorporará al Centro de Apoyo al Desarrollo Científico y Tecnológico (CADCT), una superintendencia que funciona como órgano de la administración central con una gran rigidez operativa. La ley prevé que un 1% de los ingresos tributarios netos del estado, más el 3% de las utilidades netas de la Agencia de Desarrollo de Bahía (DesenBahia, el antiguo Desenbanco) para la fundación, que tendrá autonomía gerencial y flexibilidad administrativa. “La Fapesb nacerá también con mayor visibilidad social que si fuese un ente centralizado, como lo es el CADCT”, explica el superintendente Cleilza Ferreira Andrade. La previsión indica que la fundación comenzará a funcionar efectivamente en los primeros días de 2002 con un presupuesto de 21,5 millones, al margen del dinero de la DesenBahia, imposible de ser calculado hoy. La Fapesb tendrá su sede en un antiguo edificio de la Colina de São Lázaro, en Salvador, de 19.200 metros cuadrados.
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