Las autoridades brasileñas y argentinas participaron a mediados de febrero en Buenos Aires en una reunión para discutir los términos de la reanudación del proyecto de construcción de un satélite conjunto, el Sabia (Satélite Argentino-Brasileño de Información en Agua, Alimentos y Ambiente). El grupo discutió una declaración de cooperación en el área espacial que será firmada por los presidentes de los dos países. Presentado por primera vez en 1996, el proyecto había sido suspendido en el 2000, como consecuencia de la aguda crisis económica que afectó a Argentina y de la salida del tercer socio de la iniciativa: España. Presupuestado en 70 millones de dólares estadounidenses, el Sabia prevé aplicaciones en la previsión de cosechas y en el monitoreo de recursos naturales, con realce para la prospección mineral y la protección al medio ambiente. Se propone reducir la dependencia de los dos países de informaciones suministradas por el satélite estadounidense Landsat. La sociedad aprovecha las potencialidades complementarias de los dos vecinos. Mientras Brasil desarrolló bastante en los últimos 10 años la ingeniería estructural de los satélites, la Argentina avanzó en el desarrollo de sensores ópticos avanzados.
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