ANA MARIA FRAGA/USPLuego de casi dos años de trabajo, investigadores de la Universidad de São Paulo (USP) produjeron el primer linaje brasileño de células madre embrionarias humanas. A finales de septiembre llegaron al laboratorio de la genetista Lygia da Veiga Pereira los resultados de un test que demostraba que las células que ella cultivó eran efectivamente pluripotentes, es decir que se mantenían capaces de dividirse indefinidamente y de originar células de diferentes tejidos del cuerpo –tales como piel, músculos y neuronas. Lygia y la bióloga Ana Maria Fraga obtuvieron esas células madre a partir de un embrión que estaba congelado hacía más de tres años, tal como exige la legislación brasileña, y fue donado por una clínica de fertilización in vitro, con autorización de los padres. Para llegar a ese linaje, denominado BR-1, sin embargo, hubo que descongelar alrededor de 250 embriones, de los cuales sólo 35 se desarrollaron hasta el quinto día, estadio en que se extraen las células. Es un paso importante para la ciencia nacional, que se concreta diez años después de que James Thomson, de la Universidad de Wisconsin, en Madison, Estados Unidos, creara el primer linaje de células madre extraídas de embriones humanos. “Este resultado nos otorga autonomía”, afirma el biólogo Stevens Rehen, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, quien trabaja con Lygia. “A partir de ahora, los investigadores brasileños no dependerán solamente de células importadas para trabajar”. El trabajo de Lygia y Rehen corrió el riesgo de ser paralizado hasta mayo pasado, cuando el Supremo Tribunal Federal juzgó improcedente la acción que cuestionaba el uso de células madre embrionarias en investigaciones. En la próxima edición de Pesquisa FAPESP habrá un reportaje detallado sobre el tema.
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