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educación

CD-ROM de apoyo a deficientes

Empresa participante del PIPE desarrolla software que evalúa y enseña

El médico Armando Freitas da Rocha, profesor de neurofisiología de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), resolvió poner en práctica su costado empresarial en vísperas de su jubilación académica en 1997. Presentó entonces en la FAPESP un proyecto para el desarrollo de un software con juegos educativos destinados y estimular y evaluar el desempeño escolar y la actividad neurológica de niños portadores de deficiencias mentales. Fue un de los pioneros del Programa Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (PIPE) al inscribirse en la primera llamada, en julio de ese año. Pasados desde entonces poco más de tres años, el proyecto llega a su fin con el software lanzado comercialmente al final de este mes en forma de CD-ROM.

Dicho software ha mostrado ser mejor del lo que se esperaba. Es una herramienta útil para acelerar el proceso de aprendizaje no solo en niños con problemas neurológicos, sino también de cualquier alumno entre el preescolar y el cuarto año. “Eso quedó claro para nosotros en el medio del proyecto, cuando vimos que el programa también podría ayudar en la enseñanza de los estudiantes en general”, afirma Rocha, que después de jubilarse en la Unicamp en 1998, empezó a trabajar como profesor visitante del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP).

Continúa el trabajo
Para operacionalizar el proyecto, Rocha creó la empresa Eina – Estudos em Inteligência Natural e Artificial, recibió la aprobación de su propuesta en el PIPE e inició el trabajo en enero de 1998. Después de 27 años dedicados a la investigación básica, Rocha encontró un nuevo camino para continuar su trabajo. “Parecía que el programa (PIPE) hubiera sido hecho exactamente para mí”, recuerda el neurofisiólogo. Le dio el mismo nombre del proyecto al producto que está entrando al mercado: ENSCER – Sistema Informatizado e Integrado para la Enseñanza y Evaluación del Progreso Pedagógico y Neuronal de Niños Portadores de Deficiencias Mentales.

El software da nociones de Portugués, Matemática, Historia, Geografía, Estudios Sociales, Educación Artística y Ciencias. Lo hace utilizando juegos educativos que suelen llamar la atención de los niños con una serie de recursos audiovisuales, como charadas, rompecabezas e historietas con personajes infantiles. Además de los módulos de esas disciplinas, el programa tambiéntiene una sección específica dedicada al desarrollo sensorio-motor y suministra una evaluación impresa del desempeño de los niños en los ejercicios.

Pruebas en Apae
En los últimos tres años, el ENSCER fue probado y desarrollado con un grupo de casi 200 alumnos especiales de la escuela de la Asociación de Padres y Amigos del Alumno Excepcional (Apae) de Jundiaí, municipio del interior paulista donde está la sede de Eina. Los profesores de la entidad fueron entrenados para usar el software y la escuela fue informatizada para que sus estudiantes pudieran utilizar, como parte de su rutina, el ENSCER. En la mayoría de los casos, la introducción del software en las clases del Apae aceleró la alfabetización de los niños, cuja edad oscilaba entre los 6 y 18 años. “Con el software, percibimos que ciertos alumnos comenzaban a leer y escribir algunas palabras ya en el nivel 3. En el pasado, ellos solo alcanzaban ese estadio en el curso que denominamos alfabetización 1 (dos estadios al frente)”, afirma Patrícia Bellode Ramazzini, directora escolar de Apae. “Al principio algunos profesores se resistieron al uso de la computadora como herramienta pedagógica. Pero como los buenos resultados saltaban a la vista, las resistencias fueron quedando atrás.”

Por tratar con alumnos especiales, la estructura curricular de los cursos de Apae difiere de la adoptada por las escuelas para no deficientes. El aprendizaje es concebido para imprimir un velocidad menor a las clases que la aplicada a niños sin restricciones. Durante su vida escolar en Apae de Jundiaí, los alumnos pasan por ocho grados. Cada uno de ellos tiene una duración de un año, siguiendo una nomenclatura totalmente diversa a la vigente en los establecimientos convencionales. Los cuatro primeros años (niveles 1, 2, 3 y 4) corresponden más o menos al maternal y al preescolar. Los cuatro últimos (alfabetización 1, 2, 3 y 4) equivalen al primero y segundo año de la enseñanza básica.

Los resultados del ENSCER en Apae fueron considerados altamente positivos por Rocha, más aún cuando se determinó el perfil neurológico de los niños. Después de someterlos a exámenes de resonancia magnética en la Facultad de Medicina de la USP, Rocha constató que la mitad de ellos presentaba lesiones estructurales en diferentes áreas del cerebro. Es decir que tenían áreas cerebrales con neuronas muertas y sin actividad eléctrica. La existencia de lesión constituía un desafío aún mayor para el desarrollo escolar de los alumnos, pues comprometía el desempeño de las funciones (motrices o cognitivas) normalmente coordinadas por las regiones cerebrales lesionadas. La segunda mitad de los alumnos exhibía otro tipo de limitación: no tenía lesiones, pero su cerebro se debatía con problemas funcionales, que afectaban el intercambio de señales eléctricas entre las diversas regiones nerviosas. Este tipo de problema quedó demostrado con la realización de electroencefalogramas en los niñosdurante la utilización del software.

Es precisamente en la forma de ejecutar ese examen donde sale a la luz una interesante faceta del ENSCER: el sistema permite un diagnóstico refinado de la actividad neuronal en el exacto momento en el que los niños ejecutan una determinada tarea en la pantallade la computadora, mientras aprenden y se divierten. En la electroencefalografía tradicional, el registro es realizado con el niño en reposo, cuando su cerebro no tiene que realizar ninguna tarea definida, y dentro de un hospital, en un ambiente extraño (y a veces hostil), en un alumno portador de problemas neurológicos. El ENSCER escapa a esas dos desventajas. “Los niños casi ni se dan cuenta de que están siendo sometidos a un examen”, dice Rocha. Eina dispone de una unidad móvil de eletroencefalografía para ser utilizada en las escuelas y entidades que compren el software.

Dicha unidad móvil es instalada junto al alumno que está sentado frente a la computadora. Mientras éste intenta desempeñar las actividades propuestas por el software educativo, electrodos sujetos en su cabeza y conectados a otra computadora transmiten los impulsos nerviosos necesarios para la generación de un MCC, sigla de Mapeamiento Cognositivo Cerebral. El MCC no es otra cosa que una serie de electroencefalogramas que mapean el funcionamiento del cerebro en las distintas etapas de ejecución de una o más tareas. En promedio, se necesitan 40 minutos para la producción de un MCC.

De acuerdo con la edad, y el desarrollo social y cultural del alumno, Rocha tiene, antes incluso de aplicar el examen, una noción bastante precisa acerca de cuáles regiones del cerebro serán demandadas en determinado momento del intento de ejecución de una tarea. Con los resultados de cada alumno, el médico los compara con el desempeño de grupos de niños sin disfunciones neurológicas. De esa manera, verifica qué es lo que anda mal en el cerebro del deficiente.

Ambiente familiar
Con 22 empleados, entre contratados y becarios del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), que también patrocina el desarrollo de una página educativa en Internet destinada a los usuarios del ENSCER, la sede del Eina se encuentra en un lugar bucólico. Las dependencias de la empresa ocupan dos pequeñas construcciones vecinas a la vivienda de Rocha, dentro de la casa de campo donde mora el profesor, a siete kilómetros del centro de Jundiaí. El ambiente en Eina es familiar y sencillo. Mientras los empleados trabajan, las vacas pastan en un rincón de la propiedad, los perros de la familia de Rocha duermen o juegan en el patio y, a hurtadillas, una ardilla u otro animal cualquiera sube y se acomoda en un árbol. A la hora del almuerzo, todo el mundo se sienta a una mesa comunitaria y consume platos preparados por un restaurante de la región, casi siempre reforzados con productos de la casa, como un duraznos o papayas.

En la plantilla de personal de la empresa hay dibujantes, programadores de computadoras, técnicos para elección y grabación de sonido, una psicóloga y profesores. La familia Rocha también está presente con peso en Eina: su mujer Marly Theoto Rocha, profesora jubilada de enfermería de la USP, presta su voz en los mensajes sonoros presentes en el software ENSCER, y sus dos hijos, el veterinario André Theoto Rocha y el ingeniero agrónomo Marcelo Theoto Rocha, realizan investigaciones en sus respectivas áreas de actuación utilizando los conceptos de inteligencia natural y artificial.

Un mercado amplio
Eina tiene ambiciosos planes para su software educativo. La empresa espera vender mensualmente entre 50 y 100 unidades del CD-ROM. Rocha confía en que el producto interese a tres tipos de público: escuelas en general (para alumnos sin problemas neurológicos o especializadas en niños con diversos grados de deficiencia); profesionales de las áreas de educación o fonoaudiología; y padres de alumnos (también utilizarían la página en Internet del ENSCER para orientar a éstos en uso del CD). El precio del programa varía entre 140 y 700 reales, de acuerdo con el perfil del comprador (persona física o jurídica) y el número de copias o licencias de uso del software adquiridas. Además del programa para computadoras, la empresa también vende dos libros que fueron especialmente escritos por el médico en el ámbito del proyecto ENSCER, O Cérebro – Um Breve Relato de sua Función y O Cérebro na Escola.

El neurofisiólogo cree a que el CD-ROM y los libros tendrán éxito, pero no descuida las demás áreas de actuación de Eina. La venta de servicios de asesoría para instituciones de variados perfiles es una de las prioridades de la empresa. En su lista de clientes hay una compañía estatal – Petrobras, para la cual Eina desarrolla software y aplicativos que se valen del concepto de Inteligencia Artificial – y algunos establecimientos de enseñanza, entre los cuales está la Universidad Ciudad de São Paulo (Unicid). En dicha Universidad privada, Rocha coordina el Núcleo de Estudios de Aprendizaje y Cognición, en el cual los juegos educativos del sistema ENSCER son utilizados para estimular el aprendizaje de niños portadores de deficiencia visual, auditiva y mental, y también en investigaciones académicas. Los alumnos de Pedagogía y Fisioterapia de la Unicid también usan el software como herramienta de apoyo en las actividades que desarrollan con deficientes.

En el mundo de la competencia
En el ámbito comercial, el ambiente con el que Rocha se deparará es un tanto competitivo. Los productos de la pequeña Eina tendrán que disputar, por ejemplo, clientes con software comercializados por la división de informática del Grupo Positivo, de Curitiba, un gigante del área educativa que posee convenios con más de 1.800 escuelas en Brasil. Pero Rocha no siente nostalgia de la época en la que era apenas profesor y investigador. “Monté una estructura comercial que, además de prestar servicios y desarrollar productos, produce investigación. Lo que he hecho en estos tres años (en Eina) no lo realicé en 27 en la Universidad”, evalúa el neurofisiólogo. El año pasado, la facturación de su empresa fue del orden de los 170 mil reales, provenientes fundamentalmente de la venta de servicios para terceros, puesto que el software educativo aún no había sido lanzado. “Por ahora, Eina está empatando. No da ganancias ni pérdidas. Esperamos facturar entre 250 mil y 300 mil reales en 2001.”

Aunque tiene la posibilidad de disfrutar de una jubilación tranquila en su casa, Rocha vive un momento de agitación, descubriendo los placeres y las amarguras del mundo empresarial. Pero no por ello deja de colaborar con la ciencia y proporcionarles una vida mejor a deficientes mentales y niños en edad escolar.

Los nuevos caminos del cerebro

Los electroencefalogramas en tiempo real realizados con los alumnos del Apae de Jundiaí produjeron algunos resultados sorprendentes. Mostraron que ciertos niños con lesiones estructurales habían logrado reposicionar las funciones originalmente controladas por las áreas nerviosas dañadas en regiones sanas del cerebro. Esa versatilidad del sistema eléctrico cerebral generó casos de gran interés para los investigadores en neurofisiología.

Los exámenes revelaron, por ejemplo, que el cerebro de un niño había desplazado el controle de la producción y comprensión del lenguaje de zonas del hemisferio izquierdo (que estaban muertas) hacia áreas normales del hemisferio derecho. Es decir, de forma espontánea y aún poco conocida por la ciencia, ese cerebro redistribuyó sus funciones entre las áreas activas de su sistema. El resultado práctico de tal reordenamiento fue el de permitir, por ejemplo, que un alumno, a expensas de la lesión, lograra aprender a hablar (aunque tardíamente, a los 5 años), leer y escribir.

En otras situaciones, el diagnóstico suministrado por el electroencefalograma sirvió como base para alterar totalmente el método pedagógico que estaba empleándose con un niño de la Apae. El médico Armando Freitas da Rocha recuerda la historia de un niño que tenía una lesión en el área del cerebro responsable por su coordinación motriz. Las profesoras pensaban que éste nunca lograría aprender a leer y escribir por causa de esa restricción neuronal. Pero después de que el niño jugó y realizó los tests del ENSCER, el neurofisiólogo percibió que el mismo dominaba el razonamiento necesario para ser alfabetizado y hacer frases.

Su problema era estrictamente de coordinación motriz: no tenía habilidad suficiente para tomar un lápiz o el bolígrafo y dibujar las letras. ¿Cómo fue controlada esa limitación? “Pasamos a alfabetizar al alumno en una computadora. A fin y al cabo, él no sabía dibujar las letras, pero tenía desenvoltura para usar las teclas de la computadora”, cuenta Rocha. “El deficiente tiene capacidad de aprender. Sucede que requiere de mayor atención, tiempo y recursos que un niño sin problemas.”

El proyecto
ENSCER – Sistema Informatizado e Integrado para la Enseñanza y Evaluación del Progreso Pedagógico y Neuronal de Niños Portadores de Deficiencias Mentales (nº 97/06020-9); Modalidad Programa Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (PIPE); Coordinador Armando Freitas da Rocha – ENSCER; Inversión R$ 176.992,00

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