La fibra óptica es la base de la tecnología desarrollada por el Centro de Investigaciones de Petrobras (Cenpes) para monitorear la producción brasileña de petróleo y gas natural. La última etapa antes de ser utilizada en los campos de petróleo del país se iniciará el año que viene, cuando se la probará en los pozos de Marlim Sul y Roncador, en la cuenca de Campos (Río de Janeiro). En la actual fase se realizan pruebas en un pozo de Petrobras ubicado en tierra, en Río Grande do Norte. Las mediciones de caudal, presión y temperatura, los tres parámetros utilizados para monitorear los pozos, se efectúan actualmente con sensores electrónicos.
La lectura se realiza sobre cada uno de esos parámetros. “La gran mejora con la fibra óptica consiste en que una única fibra puede tener hasta cien puntos de lectura”, subraya Luiz Felipe Bezerra Rego, gerente de Tecnología de Ingeniería de Pozos de Petrobras. Considerando que cada campo de petróleo tiene en promedio 30 pozos –12 para la inyección de agua y 18 productores de gas –, la concentración de un mayor volumen de informaciones le permitirá a la empresa tomar decisiones más rápidas referentes a la producción.
Petrobras ha patentado dicha tecnología en asociación con la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río de Janeiro, que participó en el desarrollo de los sensores. Se invirtieron 300 mil dólares en el sistema. Pero las ganancias en los próximos diez años podrían ser del orden de las centenas de millones de dólares, según Bezerra. “Esta tecnología de fibra óptica permite una evaluación más precisa y confiable no solamente de un pozo, sino de todos los campos de petróleo de Petrobras.”
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