Por más esmerada que sea la ducha tomada por la mañana, la mayoría de las personas no logra llegar perfumada al final del día. La culpa de ello es de las bacterias que viven en el sudor y producen moléculas malolientes. Los desodorantes comunes usan alcohol para matar a las bacterias, y algunas de éstas sobreviven y se multiplican a lo largo del día. Pero ahora, investigadores del Laboratorio de Desarrollo e Investigaciones de Unilever en Inglaterra han hallado una solución definitiva: matar de hambre a las bacterias. Sucede que el sudor contiene partículas de hierro, que la mayoría de las bacterias necesita para multiplicarse.
Así las cosas, los estudiosos crearon un desodorante que contiene DTPA (ácido dietileno-triamino-pentacético), una sustancia que se alía al hierro de tal manera que la bacteria no puede usarlo. Pero eso solo no sería suficiente. Parte del hierro existente en el sudor se combina con proteínas, y la bacteria que pueda “romper” esas proteínas conseguirá el hierro. Por eso se adicionó otro ingrediente, llamado hidroxitolueno butilado (BHT), que libera el hierro de las proteínas para que éste pueda ser capturado por el DTPA. Un desodorante que contiene esa combinación fue probado en 50 voluntarios durante dos semanas y redujo el número de bacterias en un 90% en comparación con los productos convencionales.
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