Casi todos los meses, algunas integrantes de la Asociación de Mujeres de Espírito Santo do Turvo recorren los más de 300 kilómetros que separan su municipio de la capital paulista. Ellas viajan para exhibir y vender las artesanías que producen en su ciudad. De esa manera y con una donación de la Fundación Levy Straus, ya se aseguraron la construcción de la sede de su asociación. Éste es apenas uno de los diversos resultados prácticos del proyecto temático Educación Ambiental vía Representantes Sociales, Académicos y Populares del Medio. Patrocinado por la FAPESP con una partida de aproximadamente 200 mil reales para tres años y coordinado por Myriam Krasilchik, directora de la Facultad de Educación y ex vicerrectora de la Universidad de São Paulo (USP), el proyecto reúne a alrededor de 20 investigadores de áreas científicas en torno de Espírito Santo do Turvo y Vera Cruz -localidades respectivamente con 3 mil y 13 mil habitantes-, situadas en la región oeste del estado de São Paulo.
Pese a que tienen en común la pobreza y la degradación ambiental, con suelos comprometidos, la realidad de las dos ciudades es bien diferente, lo que amplía el resultado de ese proyecto. “Al final, esa diferencia entre Espírito Santo y Vera Cruz fue importante para la diversidad de informaciones del banco de datos que estamos formando y su análisis comparativo”, observa Nidia Nacib Pontuschka. Ella es coordinadora adjunta de la investigación, profesora de Metodología de Enseñanza de Geografía de la FE y realiza investigaciones en educación ambiental.
Iniciado en marzo de 1998 y con término previsto para la segunda mitad de 2001, además de los miembros de la FE, el proyecto está a cargo de investigadores de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) y de la Facultad de Salud Pública (FSP), ambas unidades de la USP, y del Instituto Agronómico de Campinas (IAC). El trabajo involucra a ingenieros agrónomos, civiles y forestales, biólogos, historiadores, geógrafos y sociólogos, además de educadores. “Esta diversidad es una riqueza para el equipo, porque exigió la construcción de un lenguaje común y la comprensión de las diferentes metodologías”, explica Myriam.
Diagnóstico de la región
El trabajo desarrollado en el IAC, por ejemplo, liderado por el profesor Pedro Donzeli, realizó el diagnóstico del medio físico, un dato relevante para la planificación del uso agrícola de las tierras de manera sostenida. Además de los mapas planialtimétricos básicos, el estudio contiene informaciones relativas al uso actual de las tierras y su vegetación natural, así como sobre problemas de erosión en carreteras rurales, la caracterización completa de los suelos y su clasificación y mapeamiento, entre otras informaciones que derivarán en la producción de un atlas de cada uno de los municipios.
Fueron realizados igualmente un mapeamiento y el diagnóstico del estado de conservación autóctona existente en los dos municipios, y el seguimiento de las diferentes especies de fauna y flora: tan solo de aves fueron identificadas 64 especies, en un trabajo coordinado por el profesor Álvaro Fernando de Almeida. Con base en los datos reunidos y en discusiones con la población y autoridades municipales, están sugiriéndose modificaciones en las redes de infraestructura de saneamiento, el asfaltado de las calles, la localización de casos de enfermedad y datos generales de los municipios, tales como red hidrográfica, carreteras, área urbana, división por barrios y tamaño de los lotes urbanos.
Este estudio es producto del proyecto UNIR, iniciado al comienzo de los años 90 con financiamiento de la Fundación W. K. Kellogg. Dentro del UNIR, en 1995 fue realizado un diagnóstico participativo para conocer las relaciones de los habitantes de las áreas rurales y urbanas con los municipios. La base del UNIR fue rural, de intervención en la población de las dos ciudades y de investigación. Los datos recabados en la época subsidian este segundo proyecto cuyo carácter es de investigación para el recabamiento de datos necesarios para los cambios de representación de las poblaciones locales.
El objetivo es crear condiciones para el aumento del nivel de ingresos y la mejora de la atención en los servicios públicos a los habitantes de Espírito Santo do Turvo y Vera Cruz. Para avanzar en el proceso es fundamental implicar a los habitantes de la ciudad. “El problema ambiental es grave, pero hay cuestiones cruciales que envuelven a otras áreas, como educación, salud y generación de empleos”, afirma Myriam. Más conscientes de sus necesidades, los propios ciudadanos desencadenarán un proceso de desarrollo económico, social y político para la mejora de la calidad de vida con mantenimiento del medio ambiente.
“Cuando el proyecto llegue a su fin, ellos mismos ya estarán agrupados, asociados y conscientes acerca de cómo deben continuar trabajando”, explica Nidia.Periódicamente, los investigadores promueven reuniones con asociaciones de pobladores, directores y maestros y profesores de las escuelas, representantes del ejecutivo municipal y de organizaciones comunitarias. Fue en encuentros de género, por ejemplo, que los habitantes de Espírito Santo do Turvo lograron, con la municipalidad, la limpieza, el control de la erosión urbana y el drenaje del Arroyo del Rangel, para el cual están proyectándose la replantación de bosque ciliar y la creación de áreas de esparcimiento.
La recuperación del arroyo es uno de los 14 items que constan en la lista de primeras necesidades urbano-ambientales para la ciudad, detalladas en el proyecto. La municipalidad también ha adquirido una casa del siglo XIX. En ella, fundará una casa de cultura, con la participación de la universidad, para rescatar un acervo que pueda registrar la historia del municipio. Espírito Santo do Turvo se encuentra en el distrito de Santa Cruz do Rio Pardo y se convirtió en municipio en 1992. La población vive del trabajo rural y de la fábrica de alcohol local: Sobar. Ésta ofrece empleo a gran parte de la población y, durante la zafra, atrae también a trabajadores rurales de otros municipios.
En Vera Cruz la situación es diferente. El municipio vive básicamente del monocultivo del café y del maracuyá, como cultivo alternativo, y es diez veces más populoso. A diferencia de Espírito Santo, este municipio, situado a 10 kilómetros de Marília, es mucho más antiguo y fue próspero en la era del café. “Con la caída del café, la economía local entró en decadencia y se orientó hacia la fruticultura”, explica la profesora Nidia. “El problema es que plantaron en exceso y para colmo apareció una enfermedad que está siendo investigada por un grupo encabezado por la Esalq”.
Sin embargo, con la colaboración de los propios habitantes, que entendieron el proyecto, se desencadenó una serie de acciones, como el surgimiento de representantes para discutir los problemas ambientales de la ciudad con la intensa y amplia presencia del equipo de la Facultad de Salud Pública, coordinada por la profesora Helena Ribeiro. Verificadas las carencias de infraestructura de saneamiento básico, se efectuó una selección de las acciones prioritarias en el área ambiental. Se llevó a cabo un estudio la calidad del agua distribuida, de las condiciones sanitarias de las viviendas de esa población y su entorno y de morbidad.
Como el proyecto involucra a las escuelas como puente de aproximación y discusión con la población de los dos municipios, la rotatividad de los profesores convirtió en un problema. En la Escuela Estadual de Espírito Santo do Turvo, por ejemplo, el cuerpo docente cambio mucho como resultado del concurso público llevado a cabo por la Secretaría del Estado de São Paulo, y de la municipalización del primero al cuarto año. “Eso demandó nuevos esfuerzos para recomenzar la formación y la implicación por parte de ellos”, explica Myriam.El proyecto Educación Ambiental ha sido divulgado en los medios científicos por diversos encuentros nacionales e internacionales. Trabajos académicos están siendo desarrollados a nivel de grado y posgrado derivando en informes, disertaciones de maestría y tesis de doctorado. Se espera producir un libro en el que los datos del trabajo integrado de grupos tan variados permitan analizar problemas ambientales generando regularidades para políticas públicas en municipios con características similares.
EL PROYECTO
Educación Ambiental Vía Representantes Sociales, Académicos y Populares del Medio
Modalidad
Proyecto temático
Coordinadora
Myriam Krasilchik – Facultad de Educación de la USP
Inversión
R$ 200 mil