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Geografía

El baile de las dunas

Científicos recaban datos de gran precisión sobre el movimiento de esas formaciones arenosas en la zona de Lençóis Maranhenses

Cadena de médanos en la región de Caburé, en el estado brasileño de Maranhão

André Luis Silva dos Santos/ IFMA

Las dunas de la península de Caburé, en la parte más el norte de Lençóis Maranhenses, en Brasil, pueden migrar varios metros en pocos meses, especialmente durante la estación seca del año, entre julio y diciembre, cuando los vientos son más fuertes, el nivel del agua acumulada en las lagunas entre las dunas disminuye bastante y esos grandes montes de arena, a menudo en forma de luna creciente, se vuelven aún más movedizos. “Esas dunas son sumamente dinámicas y pueden perder una tercera de su área o incluso cambiar enteramente de lugar”, afirma el oceanógrafo Denilson da Silva Bezerra, de la Universidad Federal de Maranhão (UFMA). En diciembre de 2015 y en  enero de 2017, él y algunos colaboradores del Instituto Federal de Maranhão (IFMA), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) y de la Universidad Ceuma, en São Luís, la capital del estado de Maranhão, realizaron mediciones de alta precisión en 1.700 puntos del campo de médanos cercano a la playa de Caburé, una antigua aldea de  pescadores y punto de hospedaje de turistas en el municipio de Barreirinhas.

Durante los 14 meses que separaron la primera de la segunda medición, las dunas de Caburé perdieron, en promedio, 30 centímetros (cm) de altura. De acuerdo con los resultados publicados en mayo en la revista Scientific Reports, aproximadamente 61 mil metros cúbicos de arena (algo entre 90 mil y 100 mil toneladas) fueron desplazados en el sentido nordeste-sudoeste por los vientos, que allí alcanzan los 70 kilómetros por hora. La península de Caburé es una lengua de arena aprisionada entre el océano Atlántico y el río Preguiças, y ocupa una extensión de casi 3 mil hectáreas, es decir, el 2% del Parque Nacional de Lençóis Maranhenses, el mayor campo de dunas de América del Sur, de dimensiones que equivalen a las del municipio de São Paulo. En Caburé, la mayor parte (el 77%) de esas formaciones arenosas tiene de 1 a 3 metros (m) de altura y el 22% supera los 3 m (las más altas llegan a casi 12 m). En el interior del parque, los médanos son mayores, y pueden llegar a 20 m de altura por más de 200 m de largo en línea recta.

El trabajo coordinado por Da Silva Bezerra es uno de los pocos que realiza mediciones in loco de la altura de las dunas e indica cómo se mueven. Para ello, los investigadores usaron aparatos de GPS geodésicos montados sobre cuatriciclos que subían y bajaban las dunas a una velocidad constante, cercana a la del caminar de una persona. El GPS geodésico es mucho más preciso que el disponible en los teléfonos celulares y automóviles –el margen de error del primero es del orden de los milímetros, mientras que el del segundo llega a varios metros– y le permitió al grupo obtener mediciones precisas de elevación, latitud y longitud de las dunas, usando como base puntos de referencia predeterminados.

Base para simulaciones
“Logramos medir de forma directa el patrón de movimiento de las dunas”, explica Da Silva Bezerra, quien inició las mediciones cuando todavía era docente de Ceuma, una universidad privada que estimula a su cuerpo académico a realizar investigación. Antes de ese trabajo, eran escasas la mediciones in situ que se habían realizado. La mayor parte de los modelos computacionales que simulan el baile de las dunas se alimentan con mediciones vía satélite, que tienen un margen de error mucho más grande. Aunque la superficie analizada in situ es pequeña, el grado de detalle obtenido por los investigadores servirá de referencia para validar observaciones más abarcadoras realizadas con otros métodos.

“Las mediciones precisas que hizo ese grupo son muy importantes para el progreso de las simulaciones”, afirma el físico alemán Hans Herrmann, de la Universidad Federal de Ceará (UFC). Este investigador desarrolla modelos matemáticos para estudiar la dinámica de las dunas en Lençóis Maranhenses y afirma que siempre ha sido difícil trabajar con los datos de altura obtenidos por imágenes de satélite. “Existe poco contraste óptico en las fotos, y eso afecta la precisión”, asegura Herrmann.

Cercado por tres grandes biomas –Amazonia, Cerrado y Caatinga– el importante punto turístico brasileño Parque Nacional de Lençóis Maranhenses despierta desde hace tiempo el interés de los investigadores, por tratarse de un paisaje que, pese al movimiento individual de los médanos, se mantiene estable desde hace algunos miles de años. El parque, además, no se resume a las cadenas de montes curvos de arena: tiene lagunas estacionales, playas, manglares y un río. Entender el comportamiento de sus dunas resulta importante para ayudar a inferir el pasado de la región y su probable evolución, aparte de generar un potencial beneficio para sus habitantes. “El entorno es habitado, y las dunas afectan la vida de las personas cuando avanzan sobre las aldeas”, explica Da Silva Bezerra, quien pretende realizar mediciones in situ en otras 10 áreas de Lençóis Maranhenses. Por esa razón, el lograr anticipar las transformaciones de largo plazo en las dunas, aunque resulta difícil, permite planificar mejor la distribución de las viviendas, la pesca y el turismo.

Artículo científico
SANTOS, A. L. S. et al. Modelling dunes from Lençóis Maranhenses National Park (Brazil): Largest dune field in South America. Scientific Reports. On-line. 15 may. 2019.

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