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Trayectorias

El cuidado como profesión

La importancia de la enfermería crece a la par de una mayor expectativa de vida y el envejecimiento de la población

Andrea Ebert

La asistencia para la recuperación de la salud de la gente siempre fue una de las atribuciones principales de los profesionales de la enfermería. Si hasta hace pocos siglos la actividad en esa área estaba constituida por prácticas empíricas y en gran medida intuitivas, en la actualidad se basa en un amplio conocimiento científico, con procedimientos cada vez más específicos, en los distintos campos de la salud. “Los enfermeros son los encargados de asegurar la excelencia en el tratamiento que se les brinda a los pacientes”, dice Regina Szylit, directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo (EE-USP).

Con la intención de reconocer el trabajo realizado por los y las profesionales del sector, amén de llamar la atención sobre la necesidad de ampliar las inversiones en el área, la Organización Panamericana de la Salud (Opas) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidieron declarara a 2020 como el año internacional de los profesionales de la enfermería y la obstetricia. La idea es que el desarrollo profesional contribuya para perfeccionar la atención de los pacientes.

“Esta es un área que crecerá mucho en Brasil en los próximos años, porque la población, que hoy en día vive más, está envejeciendo y, como consecuencia de ello, requiere cuidados especializados”, analiza Maria Helena Baena de Moraes Lopes, directora de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Campinas (Unicamp). Al cumplir un papel crucial en la prestación de servicios esenciales, de cuidado y promoción de la salud, así como en la prevención de enfermedades, la capacitación de esos profesionales se ha perfeccionado. “El crecimiento de la enfermería se da incluso en la producción de conocimiento, desarrollado a partir de investigaciones científicas con la participación de alumnos de grado y de posgrado”, informa Baena de Moraes Lopes.

Demanda emergente

Áreas de actuación
• Orientación preventiva
• Atención general y de emergencia
• Atención domiciliaria y prehospitalaria
• Equipos de rescate

Especialidades
• Obstetricia
• Pediatría
• Geriatría
• Oncología

Lugares de trabajo
• Hospitales, clínicas y consultorios externos
• Servicios de emergencia
• Centros de atención psicosocial
• Empresas (enfermería laboral)
• Atención domiciliaria


En Brasil, la Ley nº 7.498 de 1986, que regula el ejercicio de la enfermería, establece cuatro categorías profesionales con actividades distintas dentro de las unidades de atención de la salud: enfermeros, técnicos, auxiliares de enfermería y parteras, a las cuales también se las conoce como matronas. Según datos del Consejo Federal de Enfermería (Cofen), se estima que los registros de profesionales activos en el país suman 2.245.000 en las diferentes categorías.

A los enfermeros les cabe la responsabilidad de liderar los equipos, aparte de evaluar diagnósticos de enfermería, preparar y prescribir estrategias de atención para cada paciente. También son responsables de la toma de decisiones que requieren conocimientos científicos. La formación en el nivel superior puede durar hasta cinco años.

Los técnicos de enfermería están habilitados para lidiar con pacientes de distintas complejidades y deben actuar bajo la supervisión de un enfermero, ejecutando las actividades prescriptas por este. Para trabajar en este campo, es necesario que el profesional haya completado la enseñanza media y realizado un curso técnico en el área de enfermería. En tanto, a los auxiliares, les corresponden tareas más sencillas, tales como prestar cuidados higiénicos y ocuparse del confort de los pacientes.

Como carrera de nivel superior, la formación de parteras está en sintonía con un conjunto de disposiciones lanzadas por la Agencia Nacional de la Salud (ANS) para la promoción del parto natural y la disminución del número de cesáreas, método implicado en el 84% de los nacimientos en el país, según datos de la propia ANS. Pionera en esa área desde 2005, la Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades de la Universidad de São Paulo (EACH-USP) ofrece la carrera de licenciatura en obstetricia, destinada a profesionales que pretendan actuar en ese campo de la salud femenina.

Especialización
Las carreras de grado en enfermería forman profesionales generalistas. Algunas de las disciplinas que compone el currículo son: bioquímica, anatomía, fisiología, inmunología, nutrición, sociología y psicología. “La especialización en un área específica se obtiene en las carreras de posgrado lato sensu y mediante residencias”, explica Torcata Amorim, del Departamento de Enfermería Materno-Infantil y Salud Pública de la Escuela de Enfermería de la Universidad Federal de Minas Gerais (EE-UFMG). Ese es el caso de los enfermeros y enfermeras que trabajan, por ejemplo, en las áreas de obstetricia, pediatría, oftalmología, cardiología, psiquiatría, gerontología y en unidades de cuidados intensivos, las UTI. “Como formación en común, todos están capacitados para el cuidado y la mejora de la calidad de vida de los pacientes y la prevención de enfermedades y lesiones”, concluye.

En la carrera de grado, además del título de grado habilitante, el enfermero puede optar por el profesorado, que lo habilita a dar clases en cursos de nivel técnico. “También hay un gran incentivo para que los alumnos se dediquen a actividades de investigación”, dice Vanessa Pellegrino Toledo, coordinadora de la carrera de grado en enfermería de la Unicamp. Más allá de posibilitar el desarrollo de una carrera académica, los estudios de maestría y doctorado habilitan a los enfermeros a realizar investigaciones clínicas, tales como la evaluación de la eficacia y seguridad en el uso de fármacos en seres humanos, por ejemplo. “Como ese es un campo que apela a métodos bastante rigurosos, los laboratorios acaban buscando posgraduados”, informa Pellegrino Toledo.

El avance de las tecnologías aplicadas al área de la salud también exige una actualización permanente. Ese es el caso del uso de aplicaciones para la orientación en salud, seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas y empleo de recursos de inteligencia artificial, que incorporan nuevas perspectivas para el trabajo de los enfermeros. Con el propósito de mejorar la eficiencia en la captación y utilización de recursos para la investigación clínica, el Hospital de Clínicas de la Unicamp (HC-Unicamp), mantiene desde 2003 al Núcleo de Monitoreo de Tecnologías de la Salud. En el mismo se llevan a cabo estudios para, por ejemplo, evaluar la eficiencia de dispositivos y otras tecnologías con el objetivo de evitar gastos innecesarios.

Las actividades realizadas en forma conjunta con médicos y otros profesionales de la salud ha impulsado a los enfermeros a participar en procesos de trabajo más colaborativos, en los cuales se tornó usual el debate colectivo de diagnósticos y estrategias de atención. “Aquella antigua visión del enfermero como un mero auxiliar del médico ya no es válida. Hoy en día hay una interdisciplinariedad en la cual confluye el trabajo de diversos profesionales”, dice Baena de Moraes Lopes, de la Unicamp.

La enfermería continúa siendo un campo profesional eminentemente femenino. De acuerdo con un estudio llevado a cabo en 2016 por la Fundación Oswaldo Cruz en colaboración con el Cofen, los varones representan el 15% de los equipos. “El surgimiento de la enfermería moderna y científica que tuvo lugar en el período victoriano le dio un sesgo de feminidad a la profesión”, dice Osnir Claudiano da Silva Júnior, investigador del Laboratorio de Estudios de Historia de la Enfermería de Ribeirão Preto de la USP. “Sin embargo, la enfermería no tiene género. Hubo una construcción social, que fue la que le asignó ese carácter femenino a la profesión”, concluye.

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