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Calidad del aire

El metro es bueno para la salud y también para el bolsillo de los paulistanos

La expansión de la red metropolitana de trenes subterráneos en ciudades tales como São Paulo puede incluso resultar barata. Basta con incluir en los cálculos los beneficios que ese tipo de transporte acarrea para la salud. Un grupo coordinado por los investigadores Paulo Saldiva, de la Universidad de São Paulo, y Simone Miraglia, de la Universidad Federal de São Paulo, analizó el impacto del metro sobre la calidad del aire en la capital paulista, así como el ahorro generado en el área de la salud por la reducción en los niveles de polución. Para ello, compararon los índices de contaminantes atmosféricos durante dos huelgas de empleados del metro –una en 2003 y otra en 2006– con los niveles medidos en días hábiles anteriores y posteriores a las mismas. El índice de contaminantes en el aire prácticamente se duplicó cuando pararon los trenes, y las muertes ocasionadas por problemas cardiorrespiratorios aumentaron de un 10% a un 14%. Hubo ocho fallecimientos más atribuidos a la contaminación durante la huelga de 2003 y seis en la de 2006. Esas muertes equivalen a una pérdida diaria de productividad de 51 millones y 36 millones de dólares, respectivamente (Journal of Environmental Management, junio de 2012). “Pese a los elevados costos de construcción y operación, los beneficios de la expansión del metro superan los gastos cuando se tienen en cuenta valores ambientales y sociales”, escriben los autores.

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