Investigaciones realizadas con alumnos de escuelas primarias de la red pública municipal de Campinas muestran que, de una manera general, dichos estudiantes tienen muchas dificultades para relacionar ciencia con conocimiento, y no logran verse como agentes capaces de producir conocimiento científico. La ciencia y los científicos son entidades distantes de ellos, “simples alumnos”. Muchos de sus profesores también se presentan únicamente como transmisores de informaciones, no como personas capaces de orientar investigaciones, impulsar reflexiones y producir conocimientos. Esto los imposibilita para descubrir el placer de aprender, de enseñar, de relacionar y de generar nuevos conocimientos.
Desmistificar esos conceptos, mostrar que aprender sirve para transformar, despertar vocaciones científicas en los alumnos y formar profesores-investigadores. Éstas son las metas del proyectoCiencia en la Escuela , financiado por la FAPESP y coordinado por los profesores de la Unicamp, Carlos Henrique de Brito Cruz, director del Instituto de Física Gleb Wataghin, y Afira Vianna Ripper, del Laboratorio de Educación e Informática Aplicada (Leia), de la Facultad de Educación.
La idea del proyecto, dice Brito Cruz, es mostrar que todo es ciencia. Son desarrolladas actividades que permiten aplicar capaCiudads analíticas y críticas para entender problemas y sugerir soluciones. Puede ser en geografía, historia o portugués, o en áreas que mezclan todo eso. La región de Campinas tiene 36 escuelas de primarias, vinculadas a la Secretaría Municipal de Educación, y seis están siendo atendidas por el proyecto desde su primera etapa (desde septiembre de 1996 hasta diciembre de 1999).
A éstas se añadieron dos escuelas estaduales, en la segunda fase del proyecto, iniciada en 2001. Elegidos por su calificación (experiencias, cursos), los profesores asumieron el compromiso de no abandonar la escuela durante el proyecto, independientemente de su área de actuación. En la opinión de Brito Cruz, implicar simultáneamente a estudiantes y profesores fue altamente motivador para ambos lados. Los alumnos entendieron rápidamente la importancia de las actividades propuestas y percibieron que el producir investigación científica desarrolla la capacidad para otras actividades escolares: observación, análisis y crítica. Y los profesores pasaron a tener un papel multiplicador de esta experiencia, que ya ha suscitado el interés de otras escuelas de la región.
Según Afira Vianna Ripper, las investigaciones realizadas por los alumnos mostraron que el conocimiento científico es una herramienta para ayudar en la comprensión de los fenómenos de la realidad. La violencia contra la mujer en la región de Campinas fue el foco de uno de los proyectos. A través del análisis de 800 denuncias policiales, dirigido por el profesor de matemática, los alumnos pudieron caracterizar a las víctimas (edades, perfil socioeconómico), a los agresores (perfil de los mismos, y si tenían relación con las víctimas) y las propias agresiones (las más frecuentes).
Discutieron la realidad con un conocimiento organizado y tratamiento estadístico. En un seminario, en noviembre de 2000, más de 300 niños de las escuelas atendidas presentaron los resultados de las investigaciones realizadas, utilizando con desenvoltura recursos tales comoPower Point y Data Show en el estudio de diversos temas como Energía Eléctrica en el Cotidiano, Recursos Hídricos, Residuos, Índice de Desarrollo Humano (IDH) e Historia Documental de Campinas (memoria).
También siguieron experiencias en los laboratorios de la Unicamp, transponiendo barreras y sintiendo que la universidad es algo más próximo y accesible. “Este resultado no es milagro. Basta utilizar la metodología pertinente y orientar adecuadamente para que la escuela deje de ser una mera transmisora de informaciones para generar nuevos conocimientos”, afirma Afira.
Pese a algunas dificultades en la infraestructura de las escuelas, la segunda fase del proyecto ampliará el uso de Internet como medio de divulgación y enseñanza continua. Las experiencias, metodologías y trabajos desarrollados ya pueden verse en el sitio http://www.leia.fae.unicamp.br/inter/ciencia/proyecto.htm. “Es necesario estimular las actividades prácticas en las escuelas. Cuando los profesores hacen que los niños crean que están recibiendo sabiduría, van por el camino equivocado”, dice Brito Cruz. “Lo importante es incentivar al aluno a hacer cosas, a descubrir y construir conocimientos. Y de esa manera crear una masa pensante y transformadora de la realidad.”
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