Seguramente hace 20 años poca gente creería que Campina Grande, un municipio de clima benigno, situado a 130 kilómetros de João Pessoa, en la región del llamado ‘agreste’ (zona geográfica de terreno pedregoso y vegetación baja y escasa) del estado brasileño de Paraíba, se iba transformar en un polo tecnológico. Pero dos investigadores del estado de Pernabuco y un canadiense apostaron que sí. En 1983, Antão Moura y Jacques Sauvé, profesores de la Universidad Federal de Paraíba (UFPB), abrieron una pequeña consultora de informática en la ciudad. Poco después, Alexandre Moura, hermano de Antão, que se había mudado a la región para estudiar ingeniería electrónica, se sumó al dúo en la empresa.
El emprendimiento, que poco tiempo después de iniciarse se abocaría al desarrollo de software , lleva el nombre de Light Infocon Tecnologia, proveedora de soluciones de banco de datos y gerenciamiento electrónico de documentos (GED). Tiene grandes clientes en Brasil, también exporta a España y se apresta a acordar un gran negocio con China. La empresa mantiene un acuerdo tecnológico – con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) y de la Fundación Parque Tecnológico de Paraíba (PaqtcPB) – con el Instituto de software de la Academia de Ciencias de China (Iscas, sigla en inglés), y está desarrollando una versión de su banco de datos LightBase para el sistema operativo Linux en el modelo chino, llamada Red Flag.
“Ese producto estará listo en 2003 ó 2004”, anuncia Alexandre Moura, presidente del Consejo de Administración y director de Marketing. La venta de software y soluciones en informática en el exterior ya abarca un porcentaje importante en la facturación de la empresa. “De los ingresos previstos para 2002, de 2,3 millones de reales, alrededor de un 20% provendrá de las exportaciones”, dice Alexandre Moura, quien le compró parte de las acciones de la empresa a su hermano y a Sauvé.
Light Infocon, comenta Moura, siempre se mantuvo cercana a la órbita de la universidad. “Nuestros productos y temas relacionados fueron objeto de alrededor de 20 tesis”, revela. Muchos de los autores de dichos trabajos son colaboradores o ex colaboradores de la empresa, cuya plantilla de personal, integrada por 42 personas, cuenta con cuatro másteres, dos maestrandos y 25 graduados, que se dedican al desarrollo de los software y al soporte técnico. La empresa contrata todos los años, en calidad de pasantes, a cuatro estudiantes del séptimo u octavo semestre de la carrera de ciencias de la computación del campus de Campina Grande de la UFPB, que el año pasado se volvió independiente y pasó a llamarse Universidad Federal de Campina Grande (UFCG). Al recibirse, muchos de éstos son efectivizados en la empresa – y aquéllos que no permanecen en ésta, cuenta Moura, terminan llevando el nombre de Light Infocon vayan donde vayan.
La ciudad tecnológica
La evolución de la empresa ha estado todos estos años ligada al desarrollo del perfil tecnológico de la ciudad. Campina Grande, que año tras año recibe durante el mes de junio a alrededor de un millón de personas para la fiesta conocida como “la mayor fiesta de San Juan del mundo”, cuenta más de cien emprendimientos vinculados a alta tecnología. En 2001 fue reconocida como la única representante de América Latina en la lista de las diez tech cities (ciudades tecnológicas) globales de la revista semanal estadounidense Newsweek.
Light Infocon, nacida bajo el signo de la política de reserva de mercado, por entonces con el nombre de Infocon, tuvo gran éxito con sus herramientas de software para el sistema operativo Unix, que tuvo un enorme crecimiento en empresas, grandes bancos y organismos gubernamentales a partir de la década del 80. Otro producto de la empresa, el SpoolView, software de control de impresoras, fue comercializado en Estados Unidos, Canadá y Europa. Este producto conquistaría en 1997 el prestigiado Top of the World Award, de la revista estadounidense SCO World, en la categoría de sistemas de gerenciamiento de impresión para Unix y redes TCP-IP (el protocolo de Internet).
Con todo, la escalada del sistema operativo Windows en el mercado corporativo y la diseminación del uso comercial de Internet trajeron aparejados nuevos retos para la empresa. “Debíamos invertir en la asimilación de las nuevas tendencias”, cuenta Moura. Infocon incorporó entonces a Light software , una compañía de software de Brasilia que trabajaba también con productos para el sistema operativo Unix y Dos, en 1994. Light software había sido fundada en 1990 y estaba integrada por analistas de sistemas de la capital federal. El principal accionista era Jairo Fonseca da Silva, actual director presidente de Light Infocon.
Ambas empresas ya eran socias: uno de sus proyectos comunes fue el desarrollo delsoftware AGIX (para la comunicación entre máquinas Unix y Dos), además del desarrollo de módulos de la primera versión del banco de datos LightBase para el mismo ambiente operativo. En 1997, Light Infocon lanzó el LightBase, la versión Windows y Web que, con 1,4 millones de líneas de código (la formatación delsoftware ), es más de diez veces mayor – y más rico – que la versión precedente, con poco más de 120 mil líneas.
Entre los usuarios de estesoftware se encuentran las policías federales brasileña y española, Interpol (la policía civil internacional), la ‘Receita Federal’ (ente recaudador brasileño), la ‘Advocacia Geral da União’ (representante legal del gobierno federal brasileño), Gol Linhas Aéreas, Natura Cosméticos y el banco Bradesco, por ejemplo.De acuerdo con Moura, el LightBase no llega a ser un competidor directo de gigantes internacionales del segmento de banco de datos, como Oracle – es más bien un complemento para estos aplicativos. La diferencia con relación a la tecnología de la mayor parte de los productos ofertados en el mercado reside en la versatilidad y la facilidad para dar forma a proyectos de bancos de datos en plazos muy cortos.
Con el foco en el exterior
Para superar el nivel en el que está situada actualmente, Light Infocon, que en el transcurso de su historia tuvo cuatro proyectos que contaron con el apoyo de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), está concluyendo su trabajo más reciente: la adaptación del LightBase al mercado chino y el desarrollo de una herramienta que reduzca el plazo de ese proceso a unos pocos días, con la traducción de manuales y bibliotecas de pantallas. Esto es muy útil para la conquista de nuevos mercados.
En 1997, la empresa recibió inversiones del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y de Pernambuco S.A. – una empresa privada de capital de riesgo focalizada en el desarrollo de la región nordeste de Brasil e integrada por alrededor de 100 empresarios del estado de Pernambuco. “Nuestro objetivo no se limita ahora a reunir recursos financieros; buscamos socios que puedan apoyarnos comercialmente, en Brasil y en el exterior.”
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