Imprimir Republish

Especial

En busca de un modelo

Santo André lleva adelante programas sociales integrados

Desde hace cuatro años, el Instituto de Estudios Especiales (IEE) de la PUC/SP asesora a la Municipalidad de Santo André, en el ABCD paulista, en la implementación del programa municipal de Renta Mínima (PRM) -desde la discusión de la ley que lo creó hasta su ejecución. A lo largo de ese período, el organismo constató empero un obstáculo importante: “los instrumentos de gestión de las políticas abocadas a la asistencia social son aún incipientes”, dice Mariangela Belfiore Wanderley, directora del IEE. ¿Cuál es la salida? Buscar herramientas adecuadas de evaluación y seguimiento. Fue con ese objetivo que el instituto dio forma a un proyecto de investigación que, coordinado por la propia Mariangela, cuenta con el apoyo de la FAPESP y se desarrolla en asociación con la Secretaría de Ciudadanía y Acción Social municipal.

El Programa de Renta Mínima de Santo André -parte de una iniciativa a la que la Municipalidad le dio el nombre de Programa de Inclusión Social -que ayuda económicamente a familias con ingresos de hasta medio salario mínimo per cápita mensual y con niños de hasta 14 años, que deben permanecer en la escuela. Durante el período del auxilio (entre 6 y 18 meses), las familias son acompañadas por técnicos de la municipalidad y estimuladas a incorporarse a los demás programas sociales municipales: alfabetización, seguimiento escolar de los hijos, orientación para cooperativas de trabajo, capacitación profesional, etc. La idea es que las familias adquieran autonomía al finalizar el período de auxilio.

Para verificar cómo están administrando sus vidas, el proyecto prevé acompañarlas, mediante muestreos, durante los dos años posteriores. La Municipalidad de Santo André calcula que existen 8 mil familias pobres que se encuadrarían en su programa de ingreso mínimo. Hasta ahora, atendió a alrededor del 10%. Pero pretende llegar en los próximos cuatro años a 6 mil familias.”El diálogo de la parte social con la parte tecnológica posibilitará el diseño de unsoftware capaz de suministrar datos y facilitar el seguimiento del cotidiano del PRM. Será un instrumental útil para los técnicos de la municipalidad y podrá utilizarse en otros programas sociales, e incluso por otras alcaldías en situaciones similares”, dice Mariangela.

El proyecto, iniciado en noviembre de 1999, deberá estar terminado en octubre de 2002. Entre las actividades que ya ha desarrollado se encuentran la formación de equipos de investigación; la identificación de fuentes y entidades que ya trabajan en este campo (por ejemplo, las municipalidades de Porto Alegre, Campinas y Belo Horizonte) para el intercambio de experiencias; talleres y seminarios implicando a investigadores, técnicos y agentes comunitarios, usuarios del Renta Mínima y población en general; y el seguimiento y reunión de datos de inserción social de familias desvinculadas del PRM en 2000, pertenecientes inicialmente a los barrios de emergencia(favelas) Sacadura Cabral y Tamarucara.

“Este proyecto calificará a técnicos locales para que desarrollen una actitud investigativa permanente y ayudará a superar una gran dificultad de las municipalidades, que es el manipuleo e informatización de datos de políticas sociales”, dice Mariangela. “De esta manera, los programas sociales no padecerán más interrupciones con cada cambio político-administrativo.”

Republicar