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Carta de la editora | 104

Entre celebrar y narrar

Antes de comentar el menú de esta edición que, por cierto: me parece que es lo suficientemente sabroso y suculento como para satisfacer paladares exigentes, querría compartir con los lectores nuestra alegría por una nueva victoria de profesionales que integran el equipo de la revista. Pesquisa FAPESP conquistó en el mes de septiembre los dos primeros lugares del Premio de Reportaje sobre la Biodiversidad del Bosque Atlántico, en la categoría medios impresos, concedido por la Alianza para la Conservación del Bosque Atlántico. No fue ésta la primera vez que la revista sale airosa con relación a estos premios: en los dos años anteriores también se ganó un lugar entre los medios de comunicación brasileños que, según la evaluación de esta ONG, publicaron los mejores artículos sobre el Bosque Atlántico en el período. Sin embargo, esta vez la revista fue más allá, y con los dos reportajes inscritos conquistó, por decirlo de alguna manera, nada menos que el oro y la plata de la competencia – un logro que celebramos efusivamente, sin falsas modestias y sin investirnos de un falso aire blasé .

El artículo que se hizo acreedor del primer premio fue Las selvas renacen, de Carlos Fioravanti, Ricardo Zorzetto y Marcello Ferroni, publicado en la edición nº 91, de septiembre de 2003. El primero es editor de ciencia de esta revista desde 1999; el segundo es editor asistente de la misma área desde 2002, y el tercero, vinculado actualmente a Editora Globo, es nuestro colaborador eventual. Enriquecido por un gran mapa encartado en la revista, que llevó por título El verde de São Paulo – hecho posible con el trabajo de los coordinadores del Programa Biota-FAPESP, en particular Carlos Alfredo Joly –, ese texto demostraba que la vegetación natural paulista había recuperado un 3,8% del espacio perdido en las últimas décadas, pues aunque la Sabana estuviera casi agotándose, el Bosque Atlántico había vuelto a crecer. El segundo premio fue para el curiosísimo artículo intitulado Las telas de la inteligencia, de Ricardo Zorzetto, publicado en la edición nº 93 de noviembre de 2003, que mostró de qué modo la capacidad de memorizar información les permite a las arañas perfeccionar sus hábitos instintivos de caza. Fioravanti, a quien me referido en otras ocasiones, es con sus 43 años un profesional maduro, e insisto: es uno de los mejores profesionales de Brasil en el área de periodismo científico. Su premio le dará derecho a estar presente en el 3° Congreso Mundial de la Naturaleza, uno de los mayores eventos internacionales de conservación ambiental, que se realizará entre los días 17 y 25 de noviembre en Bangkok, Tailandia, luego de pasar algunos días por Londres. Zorzetto, con sus 29 años, es un joven muy talentoso, que escruta las informaciones meticulosamente para luego presentarlas en forma irreprensible en textos muy bien elaborados, elegantes y armoniosos. Su premio le valió un cheque de 4 mil reales. El brindis por el éxito de ambos fue un placer.

Pero vamos a algunos comentarios sobre la edición. En el artículo destacado en la portada, el editor especial Marcos Pivetta traza a partir de la página 42 un vasto y fascinante panorama sobre la búsqueda de planetas parecidos a la Tierra, que giran en torno a estrellas similares al Sol. A tal trabajo se abocan los astrónomos desde hace varios años, y finalmente, en agosto pasado, comenzaron a aparecer resultados: tres planetas con masas equivalentes a entre 14 y 18 veces la de la Tierra fueron anunciados por equipos de investigadores de Europa y Estados Unidos que disputan esa carrera en la cual, dicho sea de paso, participa discretamente también Brasil. Es una lectura fascinante. Siguiendo en el campo de la ciencia, vale destacar el reportaje firmado por Fioravanti sobre los avances en las aplicaciones de la física matemática en campos tan variados como la propagación de células tumorales, u otro, o mejor aún: la mejor manera de que un presidente de una empresa lidere su equipo. ¿Suena extraño? Sería bueno leerlo; comienza en la página 50.

En los dominios de la tecnología, la editora asistente Dinorah Ereno detalla a partir de la página 70 la versatilidad de usos de la fibra de curagua, que, sometida a procesos innovadores, ha demostrando adecuarse para integrar desde revestimientos de coches hasta hilados sofisticados. Cabe registrar que la curagua es una planta amazónica de la misma familia que el ananá o la piña, utilizada secularmente por los indios en la fabricación de sogas, hamacas para dormir y líneas de pesca.

En humanidades, publicamos un reportaje del editor especial Fabrício Marques sobre un estudio que, entrando en el meollo de la vida cotidiana de los conventillos y barrios de la periferia de São Paulo, revela a partir da página 84 de qué manera la violencia es un condicionante, y cómo ésta se ha convertido en un símbolo de la verdadera destitución de los derechos civiles y sociales de los habitantes de esas áreas. Para finalizar, un regalo de la revista a sus lectores: El homenaje, un hermoso cuento de Ivana Arruda Leite, que explora con sensibilidad las contradicciones del alma de un anciano profesor, entre el júbilo y el miedo, entre la vanidad y la incertidumbre. Es el primero de la sección de ficción de la revista, cuyo propósito es reflexionar en clave literaria sobre los más diversos aspectos de la actividad de investigación científica. ¡Buena lectura!

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