Investigadores han descubierto que el lodo resultante del tratamiento de desagües puede ser utilizado como abono para plantaciones forestales con excelentes resultados, mejores incluso que los obtenidos con abonos minerales, que después de dos o tres años desaparecen en el suelo. En el caso del cultivo de eucaliptos, por ejemplo, el empleo de este material incrementó en un 40% la productividad y también mejoró la fertilidad de la plantación.
Los estudios, iniciados hace cinco años, son conducidos por el Instituto de Investigaciones y Estudios Forestales, en el marco de un convenio con la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la Universidad de São Paulo (USP) de Piracicaba, y por la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de São Paulo (Sabesp).
Según el profesor Fábio Poggiani, del Centro de Energía Nuclear en Agricultura (Cena), también de Piracicaba, el destino final del lodo producido en las estaciones de tratamiento de desagües ha sido una de las mayores preocupaciones de las empresas generadoras de este tipo de residuo, de los órganos de control ambiental y de la sociedad. Al contrario de lo que se pueda pensar, el lodo de desagües no es aplicado directamente en las áreas de bosques.
Antes, el mismo pasa por una serie de tratamientos biológicos que reducen su carga orgánica y promueven la estabilización del material. El compuesto resultante, llamado biosólido, solamente es recomendado, por ahora, en sistemas de reforestación, ya que éstos no están incorporados a la cadena alimentaria humana. Pero ya están siendo realizadas pruebas en plantaciones de caña de azúcar, hortalizas y frutas.
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