Nelson Fausto, patólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, volaba frecuentemente desde Seattle hacia la capital estadounidense, Washington, donde participaba en reuniones editoriales del American Journal of Pathology. Habitualmente, utilizaba los servicios de un mismo chofer de taxi. Luego de varios viajes, el taxista le dijo que quería ser científico. Fausto conocía a Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y logró convencerlo de orientar al chofer para comenzar una carrera dentro de la institución. Pasado un tiempo, el taxista fue contratado en el instituto, tal como relató a Pesquisa FAPESP Ann De Lancey, la viuda del científico brasileño. “Nelson trataba a los laureados con un Nobel y a la gente común con el mismo interés y consideración”, dice.
Historias similares a ésta se recordaron el 2 de abril, cuando el investigador falleció, a los 75 años a causa de un mieloma múltiple, un tipo de cáncer que afecta a la médula ósea. Nelson Fausto había nacido en São Paulo y era hermano del historiador Boris y del filósofo Ruy, ambos de la Universidad de São Paulo (USP). Se graduó en 1960 en la Facultad de Medicina de la USP (FMUSP) y dos años después realizó una capacitación en el departamento de patología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos. Planeaba concluir su especialización e integrarse a la entonces recientemente fundada Universidad de Brasilia.
El golpe militar de 1964 lo motivó a quedarse en Wisconsin y comenzar una exitosa carrera lejos de Brasil. “Si no hubiera sucedido el golpe, lo más probable es que hubiese regresado para hacer docencia e investigar en Brasil”, dice Boris. Su hermano menor venía todos los años a São Paulo para visitar a la familia y tribunales en bancas y comisiones.
Luego de Wisconsin, Fausto trabajó en la Universidad Brown, en Providence, donde ocupó cargos de liderazgo y gestión, hasta recibir otra invitación, en esa ocasión para dirigir el departamento de patología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Seattle. Su especialidad era el cáncer de hígado, por el cual se sentía fascinado, dada su capacidad regenerativa.
“Nelson fue uno de los alumnos más brillantes que trabajaron en mi laboratorio en la Facultad de Medicina al final de la década de 1950”, relata Michel Rabinovitch, ex profesor de la FMUSP y actualmente profesor colaborador de la Universidad Federal de São Paulo. “Junto con Vinay Kumar y Abul Abbas, él revisó el clásico texto de Robbins y Cotran, Pathological basis of diseases (2005), que fue el libro de cabecera de los estudiantes de medicina de todo el mundo, incluyendo a Brasil”.
Fausto fue jefe de edición en el American Journal of Pathology durante 10 años. Publicó más de 160 trabajos originales, además de 30 artículos de revisión, con alrededor de 16 mil citas. “Más allá de una producción científica considerable, contaba con una capacidad enorme para entablar amistades”, dice el bioquímico Walter Colli, del Instituto de Química de la USP. Según Rabinovitch, la ausencia de vanidad y de soberbia eran otras de las características del investigador. Casado con la psiquiatra estadounidense Ann De Lancey, su segunda esposa, Fausto no tuvo hijos.
Republicar