En la última reunión de 2000 del consejo del Cern (Centro Europeo de Física de Partículas) fue definitivamente aprobada la desactivación del laboratorio de aceleración LEP (Large Electron-Positron, en inglés), de acuerdo con la revista Nature (edición del 21/28 de diciembre). Casi cuando expiraba el tiempo de uso para el cual había sido planeado, el laboratorio cumplió, el año pasado, con su misión principal: intentar vislumbrar una señal de la existencia del bosón de Higg, una partícula fundamental. La construcción del laboratorio que sucederá al LEP, el Large Hadron Collider (LHC), se iniciará durante este semestre, pero solo estará finalizada en 2005. El presidente del Cern, Luciaño Maiani, resumió los cambios con humor: “El rey está muerto. Viva el rey”.
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