La mayoría de las experiencias con animales clonados es vista con reservas por la sociedad, pero con Cc (de CopyCat) fue diferente. Tal vez por ser el primer animal doméstico que pasa por la experiencia y por su manera seductora, la gata clonada hecha por investigadores de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, está siendo recibida con cariño. La técnica usada fue la de transferencia nuclear, la misma usada con la oveja Dolly y con la mayoría de los otros clones producidos hasta el momento. El nacimiento de Cc también fue casi un accidente: de los 188 óvulos resultaron 87 embriones clonados, transferidos a ocho madres de alquiler. Solamente Cc se desarrolló. La gata es, de hecho, un clon, pero el pelaje no es igual al de Rainbow, su madre genética. Eso ocurre porque la pigmentación de los animales es determinada también por factores de desarrollo de la placenta. El proyecto, de 3,5 millones de dólares, fue financiado por la Genetic Savings & Clone, que tendrá la opción exclusiva de licenciar la tecnología cuando sea factible. En un futuro próximo, la empresa deberá ofrecer servicios para la clonación de gatos domésticos.
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