El botulismo bovino, una enfermedad caracterizada por la parálisis progresiva que puede ocasionar la muerte del animal, ahora tiene cura. El tratamiento puede hacerse con el Botulin C-D en dosis única, fruto de cinco años de investigaciones realizadas por la empresa estatal Embrapa Ganado de Corte de Campo Grande (Mato Grosso do Sul), y de Laboratorios Vencofarma de Brasil. Antes de dicho descubrimiento, solamente había en el mercado vacunas preventivas.
La enfermedad, causada por la toxina de la bacteria Clostridium botulinum, acomete principalmente a las vacas en época de gestación o de lactancia, que necesitan una alimentación más rica. Ese desequilibrio alimentario lleva a los animales a ingerir restos de animales muertos y de esa manera ingieren la toxina presente en el material orgánico en descomposición. “Brotes en Mato Grosso do Sul, Goiás y Tocantins han llegado a matar a 600 mil matrices en un año”, cuenta Pedro Paulo Pires, coordinador de la investigación.
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