Esta vez dudamos más que lo usual a la hora de elegir el tema de la portada de la edición de Pesquisa FAPESP. Por un lado, teníamos una interesante historia sobre la capacidad de las arañas para memorizar informaciones, que de ese modo perfeccionan sus hábitos instintivos de caza. Ese reportaje nos parecía tanto más interesante pues la investigación que dio origen a ese descubrimiento echa sus raíces en la longincua curiosidad de un adolescente fascinado con los movimientos de una araña en su tela, construida entre las hojas de un arbusto, durante una tarde de verano en la cálida Alejandría, Egipto, allá por el año 1956. Tal fascinación se convirtió en una pasión duradera, y en trabajo productivo y a la vez exitoso – tanto es así que el adolescente egipcio se convirtió en una de las mayores autoridades brasileñas en etología. Nos encontrábamos así ante una especie de saga construida en torno a la revelación de un intrigante comportamiento animal, dotada de una carga humana particular, lo que suele provocar el entusiasmo de aquellos periodistas que están convencidos de que las mejores historias y los mejores textos del periodismo llevan consigo siempre una cierta dosis de emoción por entre las palabras de densa información. Por tal motivo era fuerte la tentación de destinar la portada de esta edición al reportaje que se inicia en la página 42, elaborado por Ricardo Zorzetto, editor asistente de Ciencia.
Pero, por otro lado, teníamos un artículo que informa sobre un nuevo e importante capítulo de éxito – sin que haya en dicha expresión rasgo alguno de tonto ufanismo – en la historia de la tecnología aeronáutica nacional. Se explica: la empresa brasileña Embraer, ubicada en cuarto lugar entre las fabricantes de aviones de todo el mundo, y muy bien colocada en el segmento de jets regionales con un máximo de 50 plazas – en el cual ostenta una tajada de un cómodo 45% del mercado global –, ahora se apresta a disputarles espacio a las gigantes Boeing y Airbus en la provisión de aeronaves para las grandes empresas internacionales de aviación. Esto no quiere decir que esté lanzando aparatos equivalentes al Boeing 767, por ejemplo, sino que está desarrollando aviones de porte medio, de alto desempeño y muy cómodos, que pueden reemplazar con ventajas, en determinadas rutas, a los grandes jets producidos por otras compañías. Y precisamente ésa fue la oportunidad, es decir, la demanda potencial en el mercado de aparatos con mayor capacidad de asientos que los jets regionales y, simultáneamente, de aeronaves menores y más económicas que los jets con más de cien plazas utilizados por las grandes compañías – que vuelan muchas veces con capacidad ociosa –, que Embraer supo detectar y aprovechar. Este mismo mes de noviembre, la empresa – con sede en São José dos Campos, interior de São Paulo – entregará a la italiana Alitalia su primer avión Embraer 170. Este modelo, tal como informa el reportero Yuri Vasconcelos a partir de la página 64, forma parte de una nueva generación de jets con capacidad para entre 70 y 108 pasajeros. Mientras, la empresa brasileña registraba hasta el pasado mes septiembre 245 pedidos confirmados de estos nuevos aviones, y 308 opciones de compra. Cabe acá recordar que la historia de éxitos de Embraer se escribe con la competencia tecnológica acumulada por la empresa desde su fundación, en 1969, apoyada en profesionales formados por el Instituto Tecnológico de la Aeronáutica y por el Centro Tecnológico Aeroespacial. Con esa cabal y concreta demostración de que la inversión en tecnología en Brasil tiene garantizada su recuperación, el reportaje sobre los nuevos aviones acabó imponiéndose para cubrir nuestra tapa.
También merece relieve en esta edición la polémica desatada en torno a los transgénicos, que cobró impulso con la cuestión de la autorización del cultivo de soja genéticamente modificada para la cosecha 2003/2004 en el estado de Río Grande do Sul, que trae aparejada el riesgo de comprometer sin necesidad el enorme potencial de desarrollo de la biotecnología brasileña. A partir de la página 16, Claudia Izique, editora de Política Científica y Tecnológica, detalla la visión de respetados investigadores del área con relación a los transgénicos, y su evaluación sobre las razones y sinrazones que atraviesan este debate. ¡Buena lectura entonces!
Republicar