Los espermatozoides también sufren las vicisitudes de la vejez. Ya se conocía que, luego de cierta edad, los hombres pueden resultar menos fértiles. Pero estudios recientes nos muestran que los efectos pueden ser mucho más serios (New York Times). Por causa de alteraciones genéticas en los espermatozoides, los niños de padres con edades superiores de 40 años cuentan con mayores probabilidades de nacer con autismo, esquizofrenia y propensión al cáncer. Harry Fisch, del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), apoya que las personas tengan hijos más pronto: “No importa lo que suceda, el reloj biológico avanza”.
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