En 1989, el Departamento de Química del Centro de Ciencias Exactas y de Tecnología de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), con graves problemas de espacio físico, firmó un convenio con empresas privadas, lo que posibilitó la adquisición del área actual. Las nuevas instalaciones permitieron impulsar financiamientos importantes, pero los nuevos proyectos ampliaron las demandas de las investigaciones y acabaron sobrecargando la infraestructura. “Nuestras tuberías se obstruían, los interruptores se caían, los cables se inflamaban. Y no había recursos federales para solucionar esos problemas”, cuenta el profesor Luiz Otávio de Souza Bulhões, del Laboratorio Interdisciplinario de Electroquímica y Cerámica (Liec). Los recursos del Programa financiaron la modernización de los laboratorios y garantizaron la expansión de la investigación de avanzada. El Liec, por ejemplo, desarrolla actualmente tecnología para la utilización de grafito en las baterías de celulares, en asociación con la Empresa Nacional de Grafito.
La modernización de la infraestructura también tuvo una contribución decisiva en el desarrollo de investigaciones en el área de cerámica. El sector utiliza hornos especiales, que alcanzan hasta 1.600 ºC, y equipos de defracción de rayos X con tubos de emisión que operan con 15KVA . “Con los recursos del primer Infra rehicimos la red eléctrica y todo el cableado. Cambiamos transformadores, adecuamos el sistema de ventilación, solucionamos los problemas del primer rayo X y pudimos construir una sala adecuada y con condiciones de salubridad para los hornos de altas temperaturas que eliminan gases con eventuales vestigios de metales pesados”, explica Bulhões. El programa también financió la instalación del sistema de pararrayos y conexión a tierra y la reforma de la parte hidráulica. Después de las reformas, afirma Bulhões, el número de alumnos se duplicó y la producción académica aumentó significativamente.
El soporte de Infraestructura permitió al Liec transformarse sede del Centro Multidisciplinar para el Desarrollo de Materiales Cerámicos, dirigido por el profesor Elson Longo da Silva, uno de los diez Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepids) mantenidos por la FAPESP. El aporte del Programa de Infraestructura, aliado a una financiación de cerca de 1 millón de reales del Programa de Apoyo al Desarrollo Científico y Tecnológico (PADCT), del Ministerio de la Ciencia y la Tecnología (MCT), posibilitó la compra de accesorios sofisticados para mejorar el desempeño de los equipamientos ya existentes. Con eso, despegaron por ejemplo las investigaciones sobre corrosión de refractarios que permitieron alterar los tipos de protección usados en esos materiales. También se hizo posible crear el refractario magnesio carbono, muy usado en la industria siderúrgica en carros-torpedo para el transporte del arrabio del alto horno hasta el convertidor y en cucharas para el tratamiento final del acero. El principal cliente es la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN).
Para Elson Longo, del Liec, otro grande impacto de las mejoras fue el permitir la realización de investigaciones en nanotecnología para la creación de nanosensores de detección de humedad, incendio o temperaturas de los cuerpos, para uso en alarmas. Las reformas también permitieron el desarrollo de tecnología de adición de oxígeno en la temperatura de 500ºC a 900ºC durante la quema para la producción de cerámicas más blancas, sin defectos ni puntos oscuros, causados por la quema inadecuada del material orgánico que compone su masa.
En el laboratorio de Síntesis Orgánica y Cromatografía Líquida de Alta Eficiencia (Clae), los recursos del programa financiaron el montaje de un laboratorio con condiciones de seguridad, dotado de duchas, escaleras y puertas de salidas rápidas para emergencias, bancadas con tapones de granito, sistema de ventilación, etc. Con las reformas, las investigaciones ganaron nuevo impulso. “Desarrollamos tecnología para el análisis de fluidos biológicos como plasma, orina, saliva y para la separación de compuestos ópticos”, explica Quezia Bezerra Cass. El laboratorio realiza, también, estudios farmacocinéticos y metabólicos de disposición de drogas en organismo humano. En la evaluación de Massami Yanashiro, del Clae, el programa contribuyó para disminuir la insalubridad en el trabajo y tranquilidad para el desarrollo de sus investigaciones de síntesis de ferhormonas, compuestos exhalados por insectos para atraer compañeros para el apareamiento, que pueden ser utilizados en el control de plagas en cultivos como las de maíz y el café.
Los recursos del Infra también beneficiaron a los investigadores del Laboratorio de Cinética y Aluminiscencia. “La falta de condiciones me hizo interrumpir investigaciones durante tres o cuatro años”, cuenta Edward Ralf Dóckal. Hoy, con la reforma y la estandarización del acuerdo con normas de seguridad, no existen más los riesgos de intoxicaciones del pasado. Sus investigaciones involucran la síntesis de productos inorgánicos como reacciones catalíticas –oxidación de alcohol y de compuestos de azufre– e investigaciones de química analítica con biosensores para la determinación de la presencia de substancias como el ácido ascórbico, peróxidos y fenoles.
Republicar