La FAPESP recibió la visita del ministro de Ciencia y Tecnología, Ronaldo Sardenberg el pasado día 13 de marzo. En reunión con el presidente de la Fundación, Carlos Henrique de Brito Cruz, y con su director científico, José Fernando Perez, Sardenberg presentó los nuevos lineamientos del gobierno federal en políticas de ciencia y tecnología, en el marco de la llamada Agenda de Gobierno para el Bienio 2001-2002, divulgada por el presidente Fernando Henrique Cardoso cinco días antes.
La ejecución de las acciones de CeT previstas en la agenda será seguida de cerca por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, órgano de la Presidencia de la República integrado por ocho ministros y ocho representantes de la comunidad científica nacional*, entre ellos, el director científico de la FAPESP. Ese Consejo, que el 22 de marzo pasado realizó su tercera reunión bajo la presidencia de Cardoso, tiene precisamente entre sus misiones proponerle al gobierno federal planes, metas y prioridades, efectuar evaluaciones referentes a la ejecución de la política nacional de ciencia y tecnología y opinar sobre propuestas, programas y actos normativos de reglamentación de dicha área.
Las directivas de la agenda federal incluyen la expectativa de que los 10 fondos sectoriales de apoyo al desarrollo científico y tecnológico creados el año pasado le aseguren al área este mismo año 800 millones de reales, que se sumarán a los recursos presupuestarios del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Entre los planes del MCT se encuentran también la elaboración de una Ley de Conocimiento para el país, con el objetivo de eliminar obstáculos para la aplicación del conocimiento por parte de investigadores y profesores universitarios y estimular su capacidad emprendedora, y la revisión de la ley de incentivos para el sector privado para inversiones en investigación y desarrollo (IeD), de manera de inducir una mayor participación de las empresas brasileñas en la actividad de generación de conocimiento en el país.
Con el refuerzo de los fondos sectoriales, las inversiones nacionales en IeD superarían el 1% del Producto Bruto Interno (PBI) . “La directiva que tenemos para el decenio es acercar a Brasil al nivel medio de los países que forman parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), cuyas inversiones en CeT son del orden del 2,4% al 2,5% del PBI”, dijo el ministro Ronaldo Sardenberg.
En su visita a la FAPESP, Sardenberg observó que “en São Paulo, cualquier esfuerzo del gobierno federal para incrementar la actuación en ciencia y tecnología presupone trabajar en conjunto con la FAPESP”. Y agregó que ese esfuerzo debe involucrar también a la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo Económico. São Paulo, argumentó, “es objeto de entre el 30% y el 35% de las acciones del Ministerio. En dicho estado, varias instituciones, como el Instituto Nacional de LuzSincrotrón (LNLS) y el Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares (Ipen), son fuertes. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), por ejemplo, consume más de la mitad de las inversiones federales en institutos de investigación”.
La FAPESP está desarrollando acciones conjuntas con el ministerio. “El Proyecto Nacional de Biotecnología, por ejemplo, incorpora partes del Programa Genoma de la FAPESP, y tiene el mismo coordinador del Proyecto Genoma de la Xylella, Andrew Simpson. Esperamos profundizar la interacción de manera de tener una colaboración más orgánica, incluyendo acciones en otras áreas del conocimiento”, dice el presidente de la Fundación, Brito Cruz.
Recursos para becas
Los planes del gobierno federal para CeT en los próximos dos años incluyen la expansión de los programas de becas para maestrías y doctorados, la elevación a 200 millones de reales de las inversiones en infraestructura de enseñanza superior y la creación de nuevos fondos sectoriales también en las áreas de biotecnología, aeronáutica, salud y agronegocios. Se agregan a estas actividades la implementación de una red de comunicación de datos – RNP2 – capaz de dar soporte a la investigación y el fortalecimiento de la capacidad del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), entre otras.
Uno de los puntos de la agenda federal que ya ha comenzado a implementarse prevé la instrumentación de un Centro de Estudios y Gestión Estratégica destinado a formular las directivas para la utilización de los recursos de los 10 fondos sectoriales. Éste tendrá que establecer prioridades para la aplicación de esos recursos en colaboración con agencias como la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y el CNPq, además de analizar y evaluar las investigaciones realizadas en el país. “En todo el mundo se está poniendo énfasis en la ciencia y la tecnología. Brasil está participando de esta carrera mundial que lleva a la concentración del conocimiento. Es necesario adoptar medidas estratégicas para que el país se mantenga a esa altura, se beneficie e incluso mejore su posición relativa”, afirmó el ministro.
* Son miembros permanentes del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología el presidente de la República, Fernando Henrique Cardoso (presidente del consejo) y los ministros de Ciencia y Tecnología, Ronaldo Sardenberg (secretario ejecutivo); Defensa, Geraldo Quintão; Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Alcides Tápias; Educación, Paulo Renato Souza; Hacienda, Pedro Malan; Integración Nacional, Fernando Bezerra; Planeamiento, Política Presupuestaria y Gestión, Martus Tavares; y Relaciones Exteriores, Celso Lafer.
Son miembros titulares Carlos José Pereira de Lucena (PUC-RJ); Eduardo Moacyr Krieger (Academia Brasileña de Ciencias); Fernando Galembeck (Unicamp); Hermann Wever (Cámara de Comercio e Industria Brasil/Alemania); José Fernando Perez (FAPESP); Ozires Silva (Varig); Paulo Haddad (UFMG); y Roberto Santos (UFBA).