Cuando la FAPESP decidió crear el Programa de Emergencia de Apoyo a la Recuperación y Modernización de la Infraestructura de Investigación del Estado de São Paulo en 1994, conocido más sencillamente como Programa de Infraestructura, justificó su decisión en el acuerdo unánime de que la situación de deterioro de las instalaciones de investigación del estado a la época impedía el desarrollo normal de las actividades.
Es decir, incluso habiendo recursos para financiar proyectos de investigación, la falta de equipos y, especialmente, lo inadecuado de los laboratorios inviabilizaban o comprometían los resultados. Así, la recuperación y la modernización de los laboratorios fueron prioridades absolutas desde el comienzo del programa, en 1995. Del total de 500 millones de reales invertidos por la FAPESP en el Programa de Infraestructura, 244 millones de reales fueron a parar directamente a los laboratorios, a través de los módulos Infra General y Bioterios. El resto fue a otros módulos del programa: Bibliotecas, Archivos, Museos, Redes Locales de Informática, Equipos Multiusuarios y FAP-Libros.
“Al crear el Programa de Infraestructura, la FAPESP rompió con un paradigma: el de que las agencias volcadas al fomento de la investigación no deberían ocuparse de la infraestructura, que sería responsabilidad de las universidades y de los institutos”, dice Jailson Bittencourt de Andrade, prorrector de investigación y posgrado de la Universidad Federal de Bahía y consultor del programa desde su inicio. “Con el programa, se reconoce que la infraestructura es parte de la actividad normal de la investigación”, agrega Bittencourt de Andrade .
Todavía es prematuro valorar el impacto del Programa de Infraestructura en la investigación científica y tecnológica paulista, pero ya existen resultados bastante visibles, tanto en volumen como en calidad de investigación. En este suplemento, el tercero de la serie sobre el Programa publicado por la revista Pesquisa FAPESP, vamos a mostrar las transformaciones llevadas a cabo en los laboratorios de las áreas de Ciencias Agrarias, Ciencias Biológicas y Salud. Los reportajes son de Cely Carmo, Lara Lima y Maria Aparecida Medeiros, la edición es de Luiz Fernando Vitral y Maria da Graça Mascarenhas y la diagramación de Luciana Facchini.
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