Se pensaba que la diversidad genética de la Hevea brasiliensis autóctona de Amazonia era pequeña. Pero ahora, un estudio efectuado por el Cirad, organismo francés de investigaciones sobre agricultura tropical, demostró que esa diversidad es mucho mayor. Se examinaron, con diversos tipos de marcadores moleculares, cerca de 800 clones de ejemplares nativos de Hevea brasiliensis, el árbol del látex, provenientes de los estados brasileños de Acre, Rondônia y Mato Grosso, y de Colombia y Perú. Los investigadores también analizaron diversos clones de ejemplares cultivados. La conclusión del trabajo indica que la especie puede dividirse en seis grupos genéticos, todos caracterizados geográficamente (vea el mapa). Los lugares de origen son muy próximos y el flujo y contacto genético entre las poblaciones parecen seguir los cursos de los principales ríos. La investigación confirmó la notable uniformidad de los ejemplares cultivados. El motivo de ello es sencillo: todas los ejemplares plantados actualmente en el mundo descienden de semillas recolectadas por el inglés Henry Wickham cerca de Santarém, en el estado brasileño de Pará, en 1876. Contrabandeadas a Inglaterra, las mismas dieron origen a las grandes plantaciones del Sudeste Asiático. Ese origen restricto es el que hace que la diversidad genética entre los ejemplares cultivados de hevea brasiliensis sea mínima, especialmente a nivel cromosómico. El aumento de la productividad de los árboles, a través de la introducción de genes de árboles nativos, parece ser esencial para mantener la competitividad del látex natural. Se siguen tres caminos tras ese objetivo: la clonación por embriogénesis somática, la creación de genotipos en las raíces de los árboles y la creación de genotipos genéticamente transformados.
Republicar