CERNFinalmente aparecieron los primeros indicios experimentales de la existencia del bosón de Higgs, la hipotética partícula responsable de dotar de masa a las demás partículas y un componente esencial del denominado modelo patrón, el andamiaje teórico desarrollado por los físicos durante los últimos 50 años para explicar el comportamiento de la materia a nivel submicroscópico. El 13 de diciembre, dos experimentos llevados a cabo por grupos independientes en el Large Hadron Collider (LHC) – el mayor acelerador de partículas del mundo, emplazado en el centro Europeo de Investigaciones Nucleares (Cern), en Ginebra – divulgaron resultados muy convergentes, casi idénticos: si de hecho existe, el bosón de Higgs cuenta con una masa de unos 125 GeV (Gigaelectronvoltios), equivalente a alrededor de 130 protones. “Este dato no es concluyente”, explica el físico experimental Sergio Novaes, de la Universidad Estadual paulista (Unesp), en el marco de una entrevista realizada en el programa de radio Pesquisa Brasil. “Pero logramos estrechar el rango de masa en el que el bosón puede existir”. Novaes participa del grupo que trabaja en el detector CMS, uno de los dos (el otro es el Atlas) encargados de analizar las colisiones entre protones en busca de partículas aún no encontradas, como es el caso del bosón de Higgs. Hacia el final de este año, los físicos esperan acumular datos suficientes para declarar si la huidiza partícula de hecho existe o las evidencias recientemente divulgadas no pasaron de ser una falsa alarma originada por una fluctuación estadística.
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