Según un estudio efectuado por investigadores de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), el índice de muertes fetales en Brasil descendió un 22,9% en un período de 16 años. El mismo se redujo de 13,4 muertes por cada mil nacimientos en 1996 a 10 por cada mil nacidos en 2012 (Maternal and Child Health Journal, 23 de marzo). Dos tercios de los óbitos fetales se produjeron cuando las embarazadas habían superado la 28ª semana de gestación y más del 40% de los mismos ocurrió por causas no especificadas. Pese a registrarse un descenso gradual, la tasa nacional aún es casi el doble de la que se registra en los países desarrollados y presenta grandes variaciones en función del grado de instrucción de las mujeres y del nivel de desarrollo de las regiones brasileñas. Entre las mujeres sin ninguna instrucción formal, la tasa fue de 24,3 muertes por cada mil alumbramientos en 2012, cinco veces mayor que en gestantes con al menos 12 años de estudios.
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