Los estados de São Paulo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Espírito Santo elaborarán un plan conjunto de inversión en ciencia, tecnología e innovación (C, T&I) para la región. La idea es suscribir acuerdos de cooperación entre las secretarías de Ciencia y Tecnología, destinados a fomentar la investigación y el desarrollo de nuevos productos en áreas consideradas estratégicas, tales como la biotecnología y el agronegocio.
La idea de unificar la agenda para el desarrollo tecnológico comenzó a elaborarse en el marco de la Conferencia Sudeste de C, T&I realizada entre los días 3 y 4 de agosto en la ciudad de Belo Horizonte, cuando alrededor de 400 representantes de los cuatro estados mencionados plantearon sus propuestas con miras a la 3ª Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación concertada para el mes de noviembre, en Brasilia. Lourival Carmo Mônaco, secretario ejecutivo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo Económico de São Paulo esgrimió esa moción, y los secretarios de Ciencia y Tecnología de Río de Janeiro, Minas Gerais y Espírito Santo la hicieron suya. A su vez, conquistaron el apoyo del secretario ejecutivo de la 3ª Conferencia Nacional, Carlos Aragão. Se espera que en octubre la propuesta de la región sudeste esté ya detallada y cuente con el claro aval de los gobiernos estaduales.
Los cuatro estados del sudeste de Brasil registran en su conjunto los mayores porcentajes de gastos en C&T si se los compara con las restante regiones del país. En 2002, por ejemplo, los gastos de los gobiernos estaduales si bien que se concentraban fuertemente en São Paulo sumaron 937 millones de reales, y eso sin contar 1.300 millones de reales que giró Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), por medio de diversos programas. La región reúne más de la mitad de los grupos de investigación que actúan en el país y es responsable del 65% de las solicitudes de patentes depositadas en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) entre 2000 y 2002.
Una agenda para el desarrollo
La 3ª Conferencia Nacional de C, T&I tiene como tema central el desarrollo del país subdividido en cinco grandes áreas: generación de riqueza, inclusión social, áreas de interés nacional, presencia internacional y gestión y reglamentación del conocimiento. Ese temario permeó los debates de los encuentros regionales.
En Belo Horizonte, las estrategias para el desarrollo tecnológico ocuparon un lugar relevante. Hubo consenso en cuanto a que la Ley de Innovación, cuando se la reglamente, ha de contribuir a la creación de un ambiente cooperativo entre las universidades, los institutos de investigación y las empresas preservadas las distintas aptitudes y resultará en el desarrollo de nuevos productos. Entre los participantes del encuentro también eran positivas las expectativas en relación con los incentivos previstos en la Medida Provisoria [Decreto] nº 252, conocida como MP del Bien, que otorgó exenciones, por vía de la subvención, a la contratación de investigadores por parte de las empresas, y que entra en vigor en el año que viene.
No obstante, el bajo nivel de inversiones en investigación y desarrollo (I&D) por parte de las empresas podría restringir el impacto de la Ley de Innovación y de la MP del Bien a algunos sectores de la actividad económica. Es más fácil que la universidad ayude a una empresa que ya hace I&D que a aquélla que no lo hace, afirmó Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP.
Evaluado desde esa óptica, el agronegocio será uno de los mayores beneficiarios de la Ley de Innovación, según constató Alberto Portugal, ex presidente de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA, sigla en portugués). En dicha área, Brasil se ubica en el liderazgo internacional; pero, para mantener esa posición destacada, debe consolidarse en I&D. El desafío será enorme, recordó Evaldo Vilela, rector de la Universidad Federal de Viçosa (UFV). Hoy en día tenemos la mejor tecnología de agricultura tropical, pero en el futuro afrontaremos una impresionante competencia en el mercado mundial de fibras, alimentos y maderas; y eso sin contar las perspectivas de crecientes barreras para los productores.
El éxito de cualquier sociedad posible entre las universidades y el sector privado requerirá que las escuelas reevalúen el currículo e fomenten emprendedorismo. Formamos doctores para que sean docentes, no formamos investigadores con visión de tecnología y, por encima de todo, no protegemos nuestro conocimiento. Urge hacer cambios drásticos, diagnosticó José Arana Varela, prorrector de investigación de la Universidad Estadual Paulista (Unesp).
Siguiendo en el ámbito académico, se apuntó la necesidad de establecer una mayor integración entre las universidades y las escuelas técnicas, la redefinición del trabajo del tecnólogo, cuyo papel se considera primordial en la producción y difusión de tecnologías, y el giro de fondos específicos para equipar laboratorios, apuntando a la mejora de la formación de profesionales en las áreas tecnológicas.
Institutos de investigación
En el encuentro de Belo Horizonte se sugirió también una rediscusión y reevaluación del rol de los institutos de investigación tecnológica. El objetivo es buscar nuevas formas de financiamiento para modernizar la infraestructura, crear alternativas para reponer los recursos humanos y dotar de fondos para la cooperación internacional. Necesitamos también apoyo jurídico para negociar contratos, y también evaluación económica y tecnologías, afirmó Sergio Almeida Cunha Filgueiras, director del Centro de Desarrollo de Tecnología Nuclear (CDTN), un instituto vinculado al MCT.
Para las universidades e institutos de investigación, el acercamiento al sector privado planteará nuevos temas para la investigación y, para las empresas, ayudará en la innovación. Pero para que la innovación crezca, también hay que estimular las asociaciones con inversores, la asociación con emprendedores y el apoyo del Estado, recordó Brito Cruz.
Evando Mirra, presidente del Centro de Gestión de Estudios Estratégicos (CGEE), anunció que el MCT se apresta a presentar el portal Innovación, para facilitar la relación entre las universidades y las empresas. Dicho portal operará siguiendo el mismo modelo de la Plataforma Lattes un sistema de información, bases de datos y portales web destinados a la gestión de Ciencia y Tecnología (C&T) y tendrá por objeto ampliar el ingreso de más empresas al proceso de innovación. Son cuatro millones de pequeñas y medianas empresas en el país, y solamente cinco mil participan en el esfuerzo innovador, contabilizó Mirra.
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