La Legislatura del Estado de São Paulo aprobó la Ley de Protección del Cerrado, la primera medida legal de un estado para este tipo de bioma en Brasil. Así entran en vigor en São Paulo criterios más severos que el del Código Forestal Brasileño en lo que atañe a la utilización y preservación del Cerrado [la sabana], tales como la prohibición de cualquier tipo de intervención en áreas del llamado ‘Cerradão’, por ejemplo, donde la vegetación cubre más del 90% del suelo. Este bioma cubría el 14% del territorio paulista, pero hoy en día dicho índice ha caído al 0,84%. “Esta ley constituye una excelente iniciativa”, dice Carlos Alfredo Joly, profesor de la Unicamp y coordinador del Programa de Investigaciones en Caracterización, Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad do Estado de São Paulo (Biota-FAPESP). “Al margen de ser muy poco, lo que resta está altamente fragmentado en más de 8.500 pequeños remanentes que, en su mayoría, han perdido la capacidad de conservar la fauna de los grandes mamíferos, como el oso hormiguero gigante, el venado de las pampas y el aguará guazú”, afirma. La información técnica sobre la composición florística y el status de conservación de los remanentes de sabana paulista se generó en el marco del Inventario Forestal de la Vegetación Autóctona del Estado, elaborado por el Instituto Forestal (IF) en asociación con el Programa Biota-FAPESP, y los resultados del Proyecto Temático intitulado Factibilidad de conservación de los remanentes de Cerrado del estado de São Paulo, coordinado por las investigadoras Marisa Bittencourt, de la USP, y Giselda Durigan, del IF.
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