Investigadores de la empresa Alellyx Genomics han descubierto dos especies de insectos conocidos como pulgones que transmiten ciertos virus que, según ellos creen, son los responsables de la muerte súbita de los cítricos, una plaga que motivó la eliminación de unos 400 mil naranjos enfermos en el estado de São Paulo ?por ahora ésa es la única forma de detener su avance.
En experimentos realizados en los invernaderos del Fondo de Defensa de la Citricultura (Fundecitrus) por el equipo de esa empresa, los pulgones Aphis spiraecola y Aphis gossypii infectaron microplantines y naranjos con el Citrus Sudden Death Virus o Virus de la Muerte Súbita de los Cítricos (CSDV), que Alellyx presentó en octubre del año pasado como el posible agente etiológico de la muerte súbita.
Los investigadores verificaron que una tercera especie, el Toxoptera citricida , al igual las otras dos también puede cargar el virus identificado por la empresa, pero las pruebas realizadas hasta ahora no indicaron que ese pulgón es igualmente capaz de transmitir el microorganismo. “No descartamos la posibilidad de que el Toxoptera también transmita el virus que nosotros creemos que está asociado con la muerte súbita”, dice Ana Cláudia Rasera da Silva, investigadora de Alellyx.
No existen aún evidencias que permitan afirmar que es realmente ése el agente causante de la muerte súbita, pero en los últimos meses el equipo de la empresa ha mostrado que existe una relación directa entre la enfermedad y ese virus, hallado únicamente en árboles de regiones afectadas por la muerte súbita, en el norte de São Paulo y en la zona conocida como Triângulo Mineiro.
Por lo pronto, se considera la posibilidad de que el CSDV actúe conjuntamente con el virus responsable de otra enfermedad, la tristeza de los cítricos, que hace 60 años casi llega a diezmar los naranjales paulistas y hoy en día, en versiones más atenuadas, se ha vuelto prácticamente endémica. Una de las especies transmisoras del virus de la tristeza está constituida precisamente por los pulgones ?insectos de cuerpo blando y sin alas, que pueden hallarse a montones chupando la sabia de los algodoneros, en el trigo, en la caña de azúcar y en los manzanales, o en el follaje de hortalizas como la col.
La muerte súbita, detectada por primera vez en 1999 en la localidad de Comendador Gomes (Minas Gerais), provoca la gradual obstrucción del floema, los vasos que conducen nutrientes y agua de la raíz a la copa, provocando una especie de infarto. Su avance ha sido bastante rápido, de acuerdo con un estudio del Fundecitrus.
En 2002 había alrededor de 22 mil plantas con síntomas de la muerte súbita en cinco municipios paulistas. Un año después, el área afectada se expandió 60 kilómetros, y 44 mil naranjos de 18 localidades del estado presentaban síntomas de la enfermedad. Incluido el estado de Minas Gerais, pueden contarse actualmente alrededor de 2 millones de árboles infectados en 30 localidades, con una pérdida de productividad que ronda los 40 millones de dólares. La enfermedad se ha propagado probablemente por medio de insectos como los pulgones, cuya erradicación es prácticamente imposible, de tan abundantes que son.
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