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Estrategias

Las razones del salto español

En la década de 1960, España contaba con tan sólo cuatro científicos en el área de astronomía. Actualmente el país congrega a 400 investigadores, y es una referencia internacional en este campo del conocimiento. El salto español fue articulado por un hombre: el astrónomo Francisco Sánchez, director del Instituto de Astrofísica de Canarias, cargo que ocupa desde 1975. Le cupo a éste estipular las reglas que asignaron a otros países sitios para la construcción de telescopios en el pico volcánico del Roque de los Muchachos, en La Palma, una  de las islas Canarias, un lugar privilegiado para las observaciones enclavado 2,4 mil metros de altitud. Actualmente hay 14 telescopios en esas montañas; domos centellantes desde donde en ocasiones no se llega a otear el océano Atlántico – las nubes se forman un kilómetro debajo, formando una colcha blanca perturbada apenas por los otros picos volcánicos aledaños.

Según las reglas diseñadas por Sánchez, el 20% del tiempo de observación se les reserva a los astrónomos españoles, como así también los 19 países que erigieron los telescopios deben solventar la formación en el exterior de posdoctores españoles. Esto fue crucial para ayudar a la astronomía española a crecer tan rápidamente. Y ahora España se apresta a dar un nuevo salto. Está construyendo en la zona el Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico del mundo que, según se espera, tendrá un gran impacto en la producción científica del país. Con su espejo de 10,4 metros de diámetro, se encaramará al liderazgo de los dos telescopios Keck, de Hawai, cuyos espejos tienen 10 metros de diámetro. Al igual que los Keck, el GTC usará técnicas ópticas adaptativas para compensar la turbulencia del aire. Los españoles tendrán derecho al 90% del tiempo de observación del GTC. El telescopio estará terminado este mismo año,y entrará en actividad a finales de 2006. (Nature, 12 de mayo)

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