Los textos de Clarice Lispector (1920-1977) constituyen un vasto material para el deleite tanto de los ‘formalistas’ como de los ‘contenidistas’. Pero la crítica siempre ha preferido priorizar la forma por sobre los aspectos sociales. A contramano de esa línea se encuentran las tesis de doctorado de Luiz Antonio Magalhães, Lugar Común y Percepción en Clarice Lispector, y de Maria Angela Bacellar, Clarice Lispector y las Figuraciones de la Mujer, proyectos financiados por la FAPESP.
La obra completa de Lispector es un “romance de educación existencial” (términos del crítico Alfredo Bosi), y la palabra es importante para comprender sus complejos y abstractos escritos, pero eso no es todo. “El estudio de las relaciones sociales no ha sido explotado adecuadamente por la crítica. La antropología, la sociología y la historia son fundamentales para enfrentar el desafío interpretativo de una obra tan rica como la de Clarice”, explica Magalhães, investigador de teoría literaria de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp).
En la obra de Lispector, las amas de casa viven sus momentos de rebeldía, de epifanía. Observar esos personajes y elaborar un guión para un largometraje que privilegie la enunciación es el desafío de Maria Angela Bacellar, investigadora del área de cine de la Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP). “El narrador clariciano es de extremada modernidad y consciencia; despreciar ese aspecto en cine es negar una parte significativa de la revolución de la escritora”, observa.
El primero desafío de ambos investigadores fue seleccionar el corpus del trabajo. Lispector dejó una vasta obra, que incluye desde novelas, cuentos y crónicas hasta libros infantiles. Magalhães resolvió ampliar su investigación más allá del volumen de cuentos Laços de Família (Lazos de Familia). Analizó la novela A Maçã no Escuro (La manzana al Oscuro), pero aquí y allá hizo referencias a otros textos, como Felicidade Clandestina (Felicidad Clandestina), Onde Estiveste de Noite? (¿Dónde estuviste de Noche?), A Hora da Estrela (La Hora de la Estrella), A Paixão Segundo G.H. (La pasión según G.H.) y las crónicas de A Descoberta do Mundo (El Descubrimiento del Mundo). “El hogar es el local donde se enraíza lo habitual, lo acostumbrado, como muestra Lispector. Es el ambiente de lo sabido, de lo previsible, en el que se encuentran dispuestos objetos que desaparecen ante nuestros ojos, habituados, ciegos de tanto verlos. Pero he ahí que surge la literatura para probar que piedra es piedra y reinventar la vida”, advierte.
En A Hora da Estrela, libro publicado en 1977, tenemos a la protagonista Macabéa. La carencia del personaje es total: Macabéa es descrita como fea; no es blanca ni negra, es parda y tuberculosa: una nordestina viviendo en Río de Janeiro. Según el narrador, ella era “una incompetente para la vida”, “tan joven y ya oxidada”. Macabéa reúne en sí la pobreza económica, física e intelectual. Ese contexto de miseria parece un plato lleno para incentivar una lectura social, pero esa es una trampa que Magalhães pretende evitar. Los investigadores Magalhães y Bacellar siguen los consejos críticos del maestro Antonio Candido: lo social no debe ser tomado desde fuera, exteriormente, sino como factor de la propia construcción artística.
“El proselitismo dogmático es lamentable en cualquier esfera, sobre todo en la literatura, cuya función es filtrar los cielos de la polvareda ideológica los más posible. No descarto la crítica feminista, que procura analizar la presencia de las figuras femeninas, tan marcantes en la obra de Clarice. Pero a veces, creo que se exagera”, destaca Magalhães. “El trabalho de Olga de Sá, La Escritura de Clarice Lispector, entre otros, ya observó las idas y venidas de ese tipo de crítica en la obra de Clarice Lispector”, observa Maria Angela.
Lispecto en el cine
Para Magalhães, las adaptaciones cinematográficas de la obra de Lispector se rigieron por un sesgo realista. Aunque elogia la versión de A Hora da Estrela, a manos de Suzana Amaral, en función de las bellas y sensibles interpretaciones, Magalhães tiene algunas reservas. “Es difícil no percibir cuánto pierde la obra en complexidad y densidad con la eliminación del narrador, Rodrigo SM, y su embate con el lenguaje y con la vida, con el lenguaje como momento de vida y muerte”, analiza.
La investigadora Maria Angela Bacellar coincide con Luiz Antonio Magalhães con relación a la simplificación del guión al eliminar los cuestionamientos del narrador. “Al no enfrentar la cuestión del narrador, se hace una opción por un cine convencional, incluso clásico. Y el cine es, o debería ser, el escenario privilegiado para la concreción de algunos procedimientos narrativos de la literatura moderna, como o flujo de consciencia”, apunta. “Existen presiones de mercado que impiden un tratamiento alternativo del lenguaje cinematográfico. Se pierde mucho con ello, porque Clarice es antes que nada una escritora moderna, instigadora. Despreciar ese aspecto es reducir su obra a una novela del siglo XIX”, observa Maria Angela.
Para rellenar esa laguna, Bacellar dice estar construyendo un guión de largometraje “al margen del mercado y de cualquier tipo de convención”. En su proyecto, ella se propone llevar al guión a diez cuentos de Clarice Lispector que tienen a las mujeres como protagonistas. Lo que une tantas historias son los perfiles femeninos. Se trata de la figura del ama de casa que, sometida a un cotidiano mediocre e banalizado, se revela existencialmente. Mujeres que viven la experiencia límite y son tratadas como locas (es el caso de A Imitación da Rosa) que retornan a la normalidad (Amor), rompen las convenciones sociales, abandonando la familia (Os Laços de Família) o tienen un final de heroínas trágicas (como ocurre con la protagonista de Os Obedientes).
Bacellar ya había trabajado con adaptaciones cinematográficas en su disertación de maestría, La Llave – Una Adaptación para Cine Baseada en Tres Cuentos de Lygia Fagundes Telles, defendida en 1995, en la ECA-USP. Pero sentía que el desafío mayor era hacer una traducción intersemiótica de una obra más compleja, como la de Lispector. Antes de entrar en los guiones propiamente dichos, Maria Angela está realizando un estudio minucioso de algunas traducciones intersemióticas de la literatura al cine, tales como: A Hora da Estrela, de Suzana Amaral, O Corpo, de José Antonio Garcia, y Clandestina Felicidade, cortometraje de Marcelo Gomes.
¿Sería posible dar cuenta de los movimientos internos de los personajes solamente a través de recursos visuales? Para alcanzar ese estado, la investigadora se valió principalmente de las teorizaciones modernas del escritor y teórico Gérard Gennete y se inspiró en varias producciones de Ingmar Bergman. “Sus películas son cine en estado puro”, dice.
Misterios de Lispector
¿La obsesión de Clarice Lispector por el tema de las relaciones familiares tendría que ver con su propia experiencia de vida, de raíces rusas y judías, pero apasionada por el nordeste brasileño? “Escribir es intentar entender, reproducir lo irreproducible, es sentir hasta el final el sentimiento que permanecería solo vacío y sofocante”, aspecto de autoconocimiento, tal como lo definía la escritora en varias de sus crónicas.
Como confirman los biógrafos, Clarice Lispector nació en Tchetchelnik, Ucrania (ex URSS), en 1920. “Ciudad tan insignificante que no cabe en el mapa”, recordaba ella. Llegó a Brasil poco después con sus padres, que se establecieron en Recife (Pernambuco). En 1934, la familia se mudó a Río de Janeiro, donde Clarice realizó sus estudios. En la época que pasó por la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad de Brasil, causó polémica con su primera novela, Perto do Coração Selvagem (Cerca del Corazón Salvaje), rechazada en la época por la editorial José Olympio. Lo publicó al año siguiente por la editorial A Noite y recebió el Premio Graça Aranha. En 1944, viaja con su marido a Nápoles, donde presta ayuda en un hospital de soldados brasileños que integraban la Fuerza Expedicionaria Brasileña. De regreso a Brasil, escribe O Lustre, publicado en 1946. Después de largas estadías en Suiza y Estados Unidos, la escritora se establece en Río hasta su muerte.
Esa mezcla de lugares, orígenes religiosos, influencias, la sentida pérdida de la madre a los nueve años, los viajes por el mundo con el marido diplomático, esa vida itinerante, ¿tendrían relación con la obra en la que el tema de la familia aparece de manera obsesiva? “Sí, sin duda. El movimiento que tal vez provenga del estructuralismo, en el sentido de anular la presencia del autor en la obra, está siendo revertido. El proceso de entender al autor real también puede ayudar mucho a comprender la obra en sí, lo que está dentro de sí y en su derredor”, dice.
Pero el investigador subraya los peligros de ese vía crucis entre autor/vida/obra. El riesgo es caer en el biografismo, explicar la obra a través de hechos en la vida del autor. “Fueron hechas cosas absurdas en el pasado, como proponer que la dicción ficcional de Machado de Assis provenía de su tartamudez, o la conclusión de que Augusto dos Anjos habría sido un asesino potencial por escribir lo que escribió”, explica.
En cine, algunas adaptaciones han corrido ese riesgo. Maria Angela Bacellar resalta el film de Marcelo Gomes, que mezcla ficción y biografía. “Se trata de una adaptación libre del cuento Felicidade Clandestina, donde se mezclan referencias biográficas, obtenidas principalmente en la reciente biografía Clarice, Uma Vida que se Conta, de Nádia Batella Gotlib (1995)”, explica.
La vida reinventada
Magalhães afirma que escribir algo nuevo sobre Clarice Lispector – una de las autoras más estudiadas de la literatura brasileña – es un desafío proporcional a la obra. El crítico advierte sobre la necesidad de democratizar los textos de Clarice y releerlos sobre nuevos ángulos, sobre todo en tiempos de globalización. “Una obra rica, plural, como la de Lispector, tiene siempre algo para extraerle, porque engendra y disemina sentidos que permiten una enorme gama de explotaciones. Sirve tanto para leer el desencanto con el proceso de globalización actual, como ese mundo fundado en un tipo de racionalidad que reprime aspectos como la sensualidad y la sensibilidad, contrarios a la lógica”, cree.
En este momento, Maria Angela Bacellar finaliza los guiones. ¿Tendremos nuevas adaptaciones de la obra de Lispector en breve en los cines? “Pretendo antes que nada terminar la tesis y defender el trabajo. No me importa ahora lo que vendrá después. Ya he tenido una recepción positiva en seminarios y entre otros investigadores, que consideran instigadora la propuesta de transformar en guiones los textos de Clarice, pero tengo plena consciencia de que voy a contramano del cine comercial”, explica.
Magalhães también está redactando la versión final de la tesis. Pretende publicar fragmentos del trabajo en forma de artículos o ensayos. Pero espera mucho más estar contribuyendo a “prolongar hasta el máximo posible en la inteligencia y en la sensibilidad de los que los leen el impacto de la obra de arte”, cosa que considera la tarea primaria del crítico.
Los pryectos
1. Lugar Común y Percepción en Clarice Lispector; Modalidad Beca de doctorado; Coordinador Luiz Antônio Magalhães – Unicamp; Inversiones R$ 12.000,00
2. Clarice Lispector y las Figuraciones de la Mujer (nº 97/12763-4); Modalidad Beca de doctorado; Coordenador Maria Angela Silva Bacellar – ECA-USP; Inversiones R$ 12.000,00