Los aerosoles atmosféricos son motivo de una de las mayores incertidumbres en la investigación de los escenarios de cambios climáticos. El margen de error asociado a las estimaciones de la contribución de los aerosoles en el balance energético global es todavía alto, particularmente en lo que atañe al llamado “efecto indirecto”. Aunque el nivel de comprensión científica del efecto indirecto ha avanzado significativamente en los últimos años, es aún muy bajo si se lo compara con la comprensión que se tiene del papel de los gases de efecto invernadero, según afirman los investigadores Alexandre Araújo Costa, de la Fundación Cearense de Meteorología y Recursos Hídricos, y Theotonio Pauliquevis, del Instituto Astronómico, Geofísico y de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo. Particularmente en Brasil, las medidas tomadas en el marco del LBA-SMOCC-EMfiN! (Programa de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera de la Amazonia – Smoke Aerosols, Clouds, Rainfall and Climate – Experimento de Microfísica de las Nubes) hicieron posible montar una amplia base de datos sobre aerosoles y microfísica de las nubes. En el trabajo intitulado “Aerosoles, nubes y clima: resultados del experimento LBA para el estudio de aerosoles y microfísica de nubes”, Costa y Pauliquevis presentan una revisión de algunos de los principales resultados relacionados con esta base de datos, tanto vía análisis de resultados experimentales como por modelado numérico. Y arriban a la conclusión de que alteraciones significativas en el proceso de desarrollo de la precipitación pueden ocurrir en asociación con la gran cantidad de aerosoles producidos en las quemas, pero que diversas cuestiones, principalmente referentes al rol de los núcleos de condensación gigantes y a los núcleos de hielo, aún deben dilucidarse.
Revista Brasileira de Meteorologia – Tomo 24 – nº 2 – São Paulo – jun. 2009
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