El aumento de la preocupación con la seguridad en razón de los ataques terroristas a Estados Unidos perpetrados el pasado 11 de septiembre ha mostrado sus reflejos en la investigación realizada en Brasil – para mejor y para peor. La Unidad Analítica Cartesius, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo, registró un significativo crecimiento en la demanda de análisis de bioequivalencia, que pueden utilizar muestras in vivo , por parte de países de Medio Oriente. Cartesius recibe mensualmente entre 8 mil y 10 mil muestras para tests desde diversos estados brasileños y desde países como Chile y Tailandia. “Entre septiembre y octubre, recibimos más de 20 mil muestras provenientes de Jordania”, cuenta Gilberto De Nucci, coordinador de la unidad analítica.
De Nucci atribuye este súbito incremento a las probables dificultades que Jordania, así como también otros países musulmanes, está enfrentando para enviar material a Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, países en los que se concentra la mayor parte de los laboratorios especializados en análisis de bioequivalencia de primera línea. “Se esta produciendo una reorientación de la demanda”, evalúa. De Nucci cree que los nuevos clientes de la Unidad Cartesius pueden haber encontrado referencias de la institución en Internet, y vislumbra en dicho movimiento oportunidades de expansión. “El terror logró que nuestra burocracia se volviera competitiva”, ironiza el investigador.
El aspecto negativo de la cuestión consiste en que ahora, en general, se está verificando una mayor dificultad en la liberación de las importaciones de material para investigación, que están sujetas a un seguro adicional obligatorio del 0,15%, y, cuando son utilizados los servicios de compañías aéreas estadounidenses, solamente pueden embarcar en vuelos de carga. “Eso significa que los pedidos no llegan al Aeropuerto de Guarulhos, en donde están nuestras licencias, y que todos los desembarques se realizan en Viracopos (Campinas), que es un aeropuerto pequeño y puede presentar problemas de infraestructura”, comenta Rosely Figueiredo Prado, gerente adjunta de importación de la FAPESP.
Figueiredo está a cargo de la importación de material para los proyectos que cuentan con el apoyo de la Fundación, siempre observando las normas de los órganos competentes con respecto al derecho de uso. Estas restricciones no se aplican a productos importados despachados por compañías aéreas de otras nacionalidades. “Otra novedad es la suspensión de los embarques conjuntos en Estados Unidos, lo que aumenta el costo del flete”, cuenta. El profesor Vanderlei Canhos, coordinador internacional del Programa Biota FAPESP, afirma que los procedimientos de seguridad en la remesa de material biológico patogénico son muy rigurosos ya desde la Guerra do Golfo, al comienzo de la década de 90.
Canhos, ex presidente de la Federación Mundial para la Colección de Cultivos, dice que desde aquella época las normas para la concesión de autorizaciones para la importación de patógenos se tornaron más rígidas, y los precios de las muestras subieron mucho, en razón de la obligatoriedad del uso de embalajes más seguros. “Una muestra que algunos años atrás costaría unos 30 dólares, hoy puede llegar a costar hasta 500 dólares”, dice. La mayor cautela en la evaluación de los documentos de las instituciones implicadas en las importaciones también extendió el plazo para la obtención de material, que pasó de alrededor de dos semanas a hasta tres meses.
Con todo, existe un caso que muestra que el pánico que se instauró en Estados Unidos frente a la amenaza de ataques con armas biológicas puede poner en riesgo incluso remesas perfectamente acordes a las reglas internacionales. Al comienzos de octubre, una muestra de 23 anticuerpos para receptores de péptidos que la investigadora Priniee Senanaeycke, de la Eye Clinic Foundation, intentó enviar a Brasil vía Federal Express, tuvo que ser sometida a la inspección del Ejército en el embarque y sufrió un atraso de dos semanas para llegar a la Universidad Federal de São Paulo, a la cual le había sido donada. La muestra es fundamental para que Priniee difunda los conocimientos relativos a las nuevas técnicas en el tratamiento de disturbios oftalmológicos durante su permanencia por un período de un mes en dicha universidad.
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