La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó el día 22 de noviembre, en Rusia, los tres satélites que conforman la misión Swarm, que mapearán el campo magnético de la Tierra en el transcurso de cuatro años para ayudar a los científicos a comprender cómo se genera y por qué está debilitándose. La intensidad del campo magnético es variable y, según los investigadores, ha disminuido un 15% durante los dos últimos siglos. “En algunas regiones, tal como ocurre en el Atlántico Sur, el campo se ha reducido un 10% en tan sólo 20 años”, le manifestó a la BBC News Eigil Friis-Christensen, jefe de investigadores de la misión. La misma medirá las señales magnéticas emitidas por el núcleo, el manto, la corteza, los océanos, la ionósfera y la magnetósfera de la Tierra, y comenzará a enviar datos en el mes de febrero. La tecnología de los satélites fue desarrollada en colaboración con la Agencia Espacial de Canadá.
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