La producción científica brasileña alcanzó una proporción inédita en 2005: fue responsable del 1,8% de todos los artículos publicados en periódicos científicos indexados en la base de datos del ISI (Instituto de Información Científica), índice que mide la actividad de investigación en el mundo. En datos absolutos, la cantidad de artículos publicados en 2005 llegó a 15.777, por delante de los 13.313 de 2004, cuando alcanzó el 1,7% de la producción mundial. A pesar del crecimiento, el Brasil se mantuvo en la 17ª posición, similar al año anterior. Sucede que otros países por delante de Brasil también crecieron, como China (29%) e India (21%).
El Brasil avanzó un 49% en los últimos cinco años, lo que significa que en tres años podría avanzar a la 15ª posición, sobrepasando a dos grandes países que nos preceden, Suiza y Suecia, dice Jorge de Almeida Guimarães, presidente de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes). Uno de los datos destacados de 2005 es la contribución de los investigadores del área médica. En 2005 alcanzaron el 19,7% de la producción nacional y desplazaron por primera vez del primer lugar a los investigadores del área de física, con el 15% del total. La producción brasileña avanza de manera consistente desde los años ´80. Recientemente, el Brasil dejó atrás a naciones como Bélgica y Austria, pero el crecimiento no se ha acercado a la evolución de países como China e India. Los chinos publicaron 59.361 artículos, un 29% más que en 2004. En el tope del ranking está Estados Unidos, con 32,7% de la producción científica mundial.
El Talón de Aquiles
El desempeño en alza es atribuido a un cambio de cultura: los investigadores brasileños son cada vez más conscientes acerca de la importancia de divulgar su producción científica. Pero persiste un talón de Aquiles en la aplicación tecnológica del conocimiento. Brasil sigue estancado en la 27ª posición entre los países que más registran patentes.
Para el director científico de FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, el crecimiento de la producción científica demuestra el acierto de una política nacional del Estado, que en los últimos 50 años está apoyada en la postgrado y la investigación académica. Brito Cruz resalta que la complementariedad entre los apoyos federal y estadual ha sido fundamental. El estado de São Paulo responde por más de la mitad de esta producción, gracias al apoyo continuo del contribuyente paulista a tres excelentes universidades estaduales: la USP, la Unicamp y la Unesp, a 20 institutos de investigación estaduales y a la FAPESP, junto al significativo apoyo de agencias federales y de actividades de instituciones de investigación federales en el estado, dice.
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