Las evidencias de que un complejo sistema de divulgación de ciencia y tecnología se diversifica y sofistica más y más en los últimos años en Brasil se están acumulando, y una de las más recientes proviene de las regiones norte y nordeste del país: la revista trimestral Ciência em Rede, producto del trabajo conjunto de ocho fundaciones estaduales de apoyo a la investigación (Faps) de esas regiones, es decir, las de Amazonas, Maranhão, Ceará, Piauí, Río Grande do Norte, Paraíba, Pernambuco y Bahía. La iniciativa cuenta con la cooperación de la Compañía Editora de Pernambuco (Cepe) y el apoyo del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq).
Concebida con un claro modelo periodístico, bien editada en sus 64 páginas, e incumbiendo en temas relevantes para la investigación nacional en ese momento, como el reportaje de tapa sobre el bio-diesel y el capítulo sobre nanotecnología, la pretensión de la revista no es meramente hablar del Norte y del Nordeste, y sólo para esas regiones. Queremos posicionarnos como una publicación que, aunque realizada fuera del eje tradicional del periodismo y divulgación científica, o sea, Río-São Paulo, incluye en sus reportajes temas relevantes de la investigación nacional y hasta alguna cosa del panorama internacional, dice el editor científico de Ciencia en Red, Marcos Costa Lima, profesor del Programa de Post-Grado en Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). Y queremos alcanzar circulación nacional, agrega él. Está claro, concede, que la revista debe reflejar en buena medida el conocimiento producido en los territorios de actuación de las Faps involucradas en el proyecto.
La tirada de la primera edición, lanzada en marzo, como explica José Carlos Wanderley, director presidente de la Fundación de Apoyo a la Ciencia y Tecnología del Estado de Pernambuco (Facepe), fue de 10 mil ejemplares y cada institución involucrada en el proyecto tuvo derecho a un número de ejemplares que se definió proporcionalmente a su contribución para hacer factible la revista y que redistribuirá libremente para escuelas, universidades y otras instituciones. Del total de la edición, mil ejemplares se destinan a puestos de venta y los responsables por la publicación esperan que por ese canal también pueda ser más adelante provisto al conjunto del país.
En términos de producción periodística propiamente, el acierto entre las Faps fue que habría una rotación en la responsabilidad editorial del producto. Pernambuco está en este momento al frente, pero cada fundación contará en realidad con un período de dos años en el comando del trabajo, tiempo en que será responsable por la edición de ocho números de la revista. El coordinador tiene entre otras tareas, la de movilizar a sus colaboradores para garantizar que todos envíen material periodístico de calidad para cada edición. La responsable por la edición gráfica de la revista es la Cepe, que a partir de la Continente, dedicada a la cultura, están reafirmando su concepto en la publicación de revistas especializadas de buena calidad.
Ciencia y tecnología, pero también política científica, cuestiones del área de educación e iniciativas en el ámbito del arte y la cultura, forman parte de la nómina de la nueva publicación, que, según Costa Lima, tuvo como modelos la Revista Pesquisa FAPESP, la Directrices, del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), y la Ciencia Hoy, de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).
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