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EPIDEMIOLOGÍA

Muertes prematuras

La tasa de suicidio entre los indígenas de Brasil es casi tres veces mayor que la de su población en general

Aldea Karajá en Formoso do Araguaia, estado de Tocantins, donde la proporción de muertes autoinfligidas viene en aumento

Danilo Verpa / FolhaPress

En Brasil, la tasa de suicidios entre los indígenas, que ya era elevada, ha aumentado en este principio de siglo y se ha mantenido muy por encima de la de la población en general. Según el más vasto estudio realizado sobre este tema, publicado en septiembre en la revista The Lancet Regional Health Americas, la proporción de muertes autoinfligidas entre los miembros de los pueblos originarios era de 9,3 casos por cada 100.000 individuos en 2000, y en 21 años prácticamente se ha duplicado, hasta llegar a 17,6 por cada 100.000 en 2020. En el mismo período, el índice promedio de suicidios entre la población brasileña también ha crecido, aunque en menor medida. Ha pasado de unas 4,6 a 6,4 muertes por cada 100.000 personas: un incremento de aproximadamente un 39 %. A causa de este crecimiento a ritmos dispares, el porcentaje de suicidios entre los indígenas es ahora 2,7 veces mayor que entre la población en general.

Fruto de un trabajo conjunto entre investigadores de diferentes unidades de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y de la Universidad Harvard, de Estados Unidos, el estudio publicado en septiembre es el primero en dimensionar el problema entre los indígenas a nivel nacional. Investigaciones previas ya habían apuntado que la tasa general de suicidios entre la población brasileña, considerada baja en comparación con la de otras naciones, estaba aumentando. Sin embargo, existían lagunas en los datos relativos a los pueblos originarios brasileños. Los estudios existentes habían cuantificado el problema en estados específicos y en períodos de tiempo más breves, escribieron los autores del artículo.

En el estudio actual, la psiquiatra Jacyra de Araújo y sus colaboradores mapearon la evolución reciente del suicidio en Brasil a partir de las cifras registradas en el Sistema de Información sobre la Mortalidad (SIM), del Ministerio de Salud nacional. En primera instancia, identificaron el total de individuos que se quitaron la vida entre 2000 y 2020, tanto entre los indígenas como en la población brasileña en general. Luego calcularon el cociente entre el número obtenido y el total de individuos de cada grupo (indígenas y población en general), tomando como base los datos del Censo 2010, el más reciente entonces disponible, que contabilizaba 196,4 millones de brasileños, de los cuales 897.000 eran indígenas. El número absoluto de individuos se corrigió para cada año con base en las proyecciones del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

De este trabajo surge otra conclusión inquietante. En este principio de siglo, el acto de quitarse la vida, indicador de un desamparo profundo a menudo asociado a problemas de salud mental como la depresión, se revela como un problema notorio entre los jóvenes. De los 2.021 casos de suicidio entre los indígenas que se registraron en el período, el 64 % correspondió a individuos menores de 24 años y el 68 % a personas solteras, casi siempre (un 90 %) por ahorcamiento, asfixia o estrangulación. En la población en general, el riesgo de suicidio es superior entre los mayores de 60 años.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

Otro elemento importante reside en que las tasas que se hallaron en estas poblaciones, pese a ser alarmantemente altas, podrían estar subestimadas. “La calidad del SIM ha mejorado en los últimos 20 años, pero hay indicios de que existe un subregistro de suicidios, algo habitual en todo el mundo debido al estigma y a la dificultad de establecer si el mismo fue intencional”, explica De Araújo, investigadora asociada del Centro de Integración de Datos y Conocimientos para la Salud (Cidacs) de la Fiocruz, en Bahía, y autora principal del estudio. “Las tasas reales pueden ser mayores que las obtenidas en este estudio”, sostiene.

A los investigadores les ha llamado la atención un patrón peculiar. Las tasas de suicidio variaron bastante entre las distintas regiones brasileñas, incluso entre las que cuentan con una gran población indígena. Por ejemplo, eran varias veces más altas en el centro-oeste y en el norte del país – la tercera y la primera región con mayor cantidad de descendientes de los pueblos originarios, respectivamente – que en el nordeste que concentra la segunda mayor población indígena de Brasil. “El suicidio indígena está presente en todas las regiones y en diversas etnias, pero es desproporcionadamente mayor en ciertos estados”, especifica el epidemiólogo Jesem Orellana, investigador del Instituto Leônidas y Maria Deane, unidad de la Fiocruz en el estado de Amazonas, coautor del estudio, que contó con la participación de colaboradores de la Escuela de Medicina de la Universidad Harvard y con financiación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ambos de Estados Unidos.

Siguiendo una tendencia opuesta a la general, la tasa de suicidios entre los indígenas se redujo de 46 por cada 100.000 en 2000 a 34 por 100.000 en 2020 en los estados del centro-oeste, donde según el Censo 2010, vivían 143.400 descendientes de los pueblos originarios (el 16 % de la población indígena). Con todo, a pesar de este importante descenso, la tasa sigue siendo muy superior a la media nacional. En cambio, en la región norte, habitada por 342.900 indígenas (el 38,2 % del total), la proporción de muertes autoinfligidas creció más de 10 veces en el período: pasó de 2,7 a 29 casos por cada 100.000 individuos. En el nordeste, hogar de 232.700 indígenas, el índice también aumentó, pero mucho menos. Pasó de 1,4 a 4,8 muertes por cada 100.000, una cifra sensiblemente inferior a la media nacional.

Los estados con las tasas de suicidio más altas son Mato Grosso do Sul y Amazonas. En el primero, donde vivían 77.000 indígenas, alcanzaron un pico aterrador de 105 por 100.000 en 2005 y nunca han sido inferiores a 43 por 100.000. Con 184.000 individuos descendientes de los pueblos originarios, Amazonas vio aumentar esta tasa de 0,99 en 2000 hasta el pico de 45 en 2014; en 2020 fue de 38,6 por cada 100.000. “Cuando se excluyen los datos del suicidio indígena de estos dos estados, la tasa entre los indígenas pasa a ser prácticamente idéntica a la de la población brasileña en general”, dice Orellana.

La realidad brasileña expuesta en el artículo publicado en The Lancet Regional Health Americas no es muy diferente a la que se observa en otros países. En un trabajo de revisión publicado en 2018 en la revista BMC Medicine, investigadores canadienses recopilaron datos de 99 artículos científicos sobre el suicidio indígena en más de 30 naciones y territorios. La conclusión a la que arribaron indica, a grandes rasgos, que las tasas de muerte autoinfligida suelen ser más altas entre las poblaciones de originarios que entre las no indígenas, especialmente en países tales como Brasil, Canadá y Australia.

Danilo Verpa / FolhaPressUn individuo de la etnia Karajá observa las sepulturas de tres hijos suyos que se quitaron la vidaDanilo Verpa / FolhaPress

Aunque el grupo de la Fiocruz no ha investigado las razones que inducen al suicidio entre los indígenas, otros estudios han esbozado algunas pistas. En un artículo de revisión publicado en 2020 en la Revista Panamericana de Salud Pública, el grupo coordinado por el psicólogo Maycoln Teodoro, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), enumeró como causas frecuentes: la pobreza, los bajos indicadores de bienestar, factores históricos y culturales, la desintegración familiar y la falta de sentido de la vida.

La invasión de sus tierras y la expulsión del territorio en el que originalmente habitaban, así como la degradación del ambiente y los cambios obligados de los hábitos de vida, son factores que conllevan la denominada “muerte cultural”, otro inductor potencial de la conducta suicida. Algunos expertos entrevistados para la elaboración de este reportaje enumeran también otras razones que pueden contribuir para mantener las tasas de muerte autoinfligida más altas entre los indígenas que en el resto de la población. Estos tienen menos acceso al sistema educativo y a los servicios de salud. También padecen niveles más altos de desempleo y cifras crecientes de consumo y dependencia del alcohol. Estudios precedentes ya habían señalado que la pérdida de la identidad indígena y el aumento de la violencia sexual que experimentan los más jóvenes contribuyen de manera importante al problema.

La socióloga Juliana Kabad, del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Mato Grosso (UFMT), afirma que las causas que conducen al suicidio pueden variar entre una y otra etnia. “Los factores que potencian este agravamiento son innumerables. Para conocerlos, hay que escuchar a los distintos pueblos indígenas brasileños y tener en cuenta el proceso de lucha de cada uno de ellos ante el despojo de sus tierras y la pertinaz discriminación”, dice la investigadora, quien no participó en el estudio actual.

“Es necesaria una acción urgente para comprender el sufrimiento al que han sido sometidos estos jóvenes debido a la violencia y a la ruptura de los lazos con su propia comunidad, para que podamos brindarles un amparo integral”, reflexiona la antropóloga Sandra Garcia, del Centro Brasileiro de Análise e Planejamento − Cebrap, sin vínculo con el estudio de The Lancet Regional Health Americas. “Es de suma importancia coordinar estrategias nacionales y específicas para estos grupos, teniendo en cuenta las diversidades étnicas, para abrir caminos para la prevención del suicidio”, subraya.

Orellana, de la Fiocruz de Amazonas, recuerda que, desde el punto de vista epidemiológico, algunas etnias viven en una situación de mayor vulnerabilidad que otras. Es el caso de los guaraníes-kaiowás, de Mato Grosso do Sul, entre quienes se han registrado olas de suicidios, sobre todo entre los más jóvenes, tal como lo documenta un artículo publicado en 1991 en la revista Cadernos de Saúde Pública. “La identificación de estas etnias es importante para definir estrategias adecuadas de prevención, una de las prioridades de la actual administración”, dice Matheus Cruz, técnico de atención psicosocial y promoción del bienestar de la Secretaría de Salud Indígena
(Sesai) del Ministerio de Salud.

Artículos científicos
DE ARAÚJO, J. A. P. et al. Suicide among Indigenous peoples in Brazil from 2000 to 2020: A descriptive studyThe Lancet Regional Health – Americas. 14 sep. 2023.
BONFIM DE SOUZA, R. S. et al. Suicídio e povos indígenas brasileiros: Revisão sistemáticaRevista Panamericana de Salud Pública. 29 jun. 2020.
POLLOCK, N. J. et al. Global incidence of suicide among Indigenous peoples: A systematic reviewBMC Medicine. 20 ago. 2018.
MORGADO, A. F. Epidemia de suicídio entre os Guarani-Kaiowá: Indagando suas causas e avançando a hipótese do recuo impossívelCadernos de Saúde Pública. dic. 1991.

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