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Ciencia

Protección vital

Una bolsa con calcio permite que el parásito causante de la malaria viva alojado en el interior de las células sanguíneas

Intrigaba desde hace años la capacidad del parásito causante de la malaria -el protozoo Plasmodium falciparum-, para vivir en un ambiente inhóspito: el interior de los hematíes, los glóbulos rojos de la sangre, en donde hay 10 mil veces menos calcio que el necesario para su supervivencia. El equipo de Célia Garcia, del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (USP), descubrió cómo se transcurre esta hazaña: en el momento en el que el parásito penetra en el glóbulo rojo, parte de la membrana de la célula sanguínea se dobla, y al igual que un guante que recubre una mano, formando una bolsa alrededor del protozoo.

Allí reside el secreto de la supervivencia del Plasmodium. El equipo de la USP descubrió que el parásito crea un ambiente rico en calcio a su alrededor, en el interior de la bolsa que lo envuelve, denominada vacuola parasitófora. De esta manera logra sobrevivir dentro del hematíe y utilizar el calcio en provecho propio para reproducirse. Una proteína de la pared de esa bolsa, la enzima Ca++ ATPasa, ejerce un papel esencial en este proceso, debido a que capta calcio del interior de los hematíes. “Poco a poco estamos develando las estrategias de supervivencia que le permiten al parásito ingeniárselas tan bien dentro de las células en las que se hospeda”, afirma Célia.

Este descubrimiento, comentado en el editorial de la misma edición del Journal of Cell Biology en que fuera publicado, suministra una pista sobre posibles objetivos en el combate contra la malaria, una enfermedad transmitida por los mosquitos del género Anopheles, que tan solo en Brasil ocasiona alrededor de 600 mil nuevos casos al año. Se cree que sería posible desarrollar medicamentos que bloqueen el suministro de calcio, y así obstaculicen la reproducción del Plasmodium.

En un estudio publicado en 2000 en Nature Cell Biology, Célia presentó otra peculiaridad de la procreación del protozoario. En los hematíes, los parásitos se reproducen en ciclos de 24 horas, hasta que hacen explotar a las células rojas e ingresan por miles de millones al torrente sanguíneo. En ese momento, la fiebre sube hasta los 40º Celsius. Así, escapan de las defensas del organismo e infectan a otros hematíes. El Plasmodium sincroniza su reproducción utilizando una de las principales hormonas reguladoras del ritmo biológico de los mamíferos: la melatonina, liberada cada 24 horas. Ahora, debido a que ha detallado estas conexiones, el trabajo del equipo de la USP fue descrito en la sección de noticias de Nature, el 1º de mayo.

El Proyecto
Biologia Celular y Molecular del Plasmodium
Modalidad
Proyecto temático
Coordinadora
Célia Regina da Silva Garcia – IB/ USP
Inversión
R$ 440.152,46

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