WIKIMEDIA COMMONSLos traumas en el tórax responden por alrededor del 25% de las muertes de víctimas de traumatismos en general, y el drenaje torácico, es decir, el retiro de líquidos o gases de esa cavidad, es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes en casos de accidentes de tránsito y con armas de fuego. Para mejorar la atención y la recuperación de esos pacientes, médicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) crearon un dispositivo para el drenaje torácico que representa un cambio importante en relación con el método convencional, creado hace más de cien años. El nuevo sistema fue licenciado en octubre para la empresa paulista Kolplast, especializada en la fabricación de productos médico-hospitalarios, y saldrá al mercado al final del primer semestre de 2009.
El drenaje convencional se efectúa con un tubo inserto entre la pleura y la cavidad torácica, que se conecta a una manguera de goma que va a un frasco de plástico o vidrio con agua dentro, conocido como sello de agua. Uno de los inconvenientes de este sistema es el peso del frasco, con capacidad para entre 500 y 1.000 mililitros, que dificulta la movilidad y el transporte de pacientes en casos de emergencia. En el sistema creado en la Unicamp, el mismo tubo se inserta en la cavidad torácica y se conecta al dispositivo, un caño de acrílico en forma de embudo de cinco centímetros de diámetro y diez de largo, que contiene una pequeña válvula unidireccional para que el aire o el líquido pueda expulsarse de la cavidad. La manguera y el frasco de drenaje se eliminan y este último es sustituido por una bolsa colectora. Es un sistema mucho menor que puede cubrirse con la ropa del paciente. La ventaja es que la persona no precisa quedarse en cama, puede moverse antes e incluso ir a casa con éste, y así se reduce el tiempo y el costo de la hospitalización, afirma el cirujano Alfio José Tincani, uno de los inventores del dispositivo, junto al colega y también cirujano Gilson Barreto.
La idea inicial de los médicos era utilizar la tecnología en atenciones hospitalarias, pero un estudio realizado con 22 pacientes víctimas de traumas en el tórax y que debieron ser atendidos por servicios de emergencia fuera de hospitales mostró que la válvula también es muy eficaz en tales situaciones. Ese estudio forma parte de la tesina de maestría del médico Alexandre Garcia de Lima, quien trabajaba en el Servicio de Atención Móvil de Urgencia (Samu) de Campinas, defendida en febrero de 2006.
El mayor desafío encontrado durante el desarrollo del dispositivo fue según los investigadores lograr proyectar una válvula ideal que impidiera la entrada de aire hacia dentro del tórax y, al mismo tiempo, no quedara pegada, lo que haría imposible la salida de aire o líquidos de la cavidad torácica. Los materiales utilizados tuvieron que modificarse muchas veces hasta llegar al ideal, afirma Tincani.
La tecnología recibió la mención de honor del Premio Gobernador del Estado de São Paulo en 1992, cuando la desarrollaron. En la ocasión, depositamos una patente del dispositivo, pero no encontramos un socio que se interesase en producirlo en escala comercial, explica el investigador. A comienzos de 2008, cuando la patente estaba por expirar, consulté en la Unicamp e intentamos una vez más hallar una empresa interesada en la tecnología. Kolplast supo de la existencia del aparato por la difusión de la tesina de maestría y nos consultó. Según Giancarlo Ciola, ejecutivo de la Agencia de Innovación de la Unicamp (Inova), responsable de la licencia, el dispositivo se halla en fase de aprobación en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para luego salir al mercado. El producto, que no tiene precio definido aún, también podrá exportarse. Pretendemos exportarlo y para ello vamos a presentárselo a la comunidad médica en tres ferias que se realizarán el año que viene en Estados Unidos, Alemania y Emiratos Árabes, dice Nívea Fittipaldi, directora comercial de Kolplast.
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