La ciudad de Londrina, en el estado de Paraná, lanzó durante el mes de junio un programa destinado a recoger neumáticos viejos, que serán transformados en gas y gasoil. Curitiba fue la primera ciudad que adoptó el programa denominado Rodando Limpio, en noviembre del año pasado. Dicho programa fue criado por Francisco Simeão, presidente de la empresa paranaense BS Colway Pneus y de la Asociación Brasileña de la Industria de Neumáticos Remoldeados,. La municipalidad hace las veces de intermediaria en el proceso. Los neumáticos sin uso son levados al relleno sanitario municipal de Londrina, en donde son comprados a 0,20 real (los de automóviles) y 0,35 (los de camionetas).
BS Colway, responsable por el pago, los tritura y los transporta hasta la unidad de procesamiento de esquisto de Petrobras, situada en la ciudad de São Mateus, también en Paraná. Los neumáticos picados son mezclados con el esquisto y transformados en gas y gasoil combustible. Una semana después de que el programa entrase en vigor, el día 17 de junio, ya habían sido recogidos 16 mil neumáticos en Londrina, una ciudad con 500 mil habitantes. La meta es recoger entre 100 mil y 150 mil hasta fin de año. En Curitiba, en seis meses, se sacaron de circulación 1,5 millones.
El objetivo de esta iniciativa es mostrar que es posible cumplir con la resolución 258 del Consejo Nacional de Medio Ambiente (Conama), en vigor desde el inicio de este año, que obliga a los fabricantes e importadores a recoger y darles un destino adecuado a los neumáticos sin condiciones de uso. Por cada cuatro neumáticos importados o fabricados, las empresas del sector deben destruir uno usado. Esa exigencia aumentaría proporcionalmente todos los años, hasta alcanzar la meta de cinco neumáticos destruidos por cada cuatro producidos.
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